FORTALEZA DE LA MOTA
Rumbo a Granada el paisaje se pliega. En Sierra Mágina se citan algunos de los pueblos más encantadores de la provincia, coronados la mayoría de ellos de viejas fortalezas fronterizas de época nazarí. Donde acaban los olivos y comienzan las campiñas cerealistas y las vegas, se alza la fortaleza de La Mota de Alcalá la Real.
En el mismo punto donde se unen las provincias de Jaén, Granada y Córdoba se levanta, sobre una mole rocosa, la que durante largos años marcó frontera entre los reinos de Granada y de Castilla. Fue ciudadela, alcazaba, fortaleza y una de las iglesias abaciales más monumentales de Andalucía. Desde sus alturas se divisa una excelente panorámica del caserío, que queda a sus pies.
En el interior se contemplan las tumbas antropomorfas abiertas en el suelo del templo y también la primitiva alcazaba, con su patio de armas, recuperado como escenario de actividades culturales, el camino de ronda, sus torres y el centro de interpretación de la vida en la frontera (fortalezadelamota.com).