EL BARRIO DE SAN ROQUE
A espaldas de la catedral queda el barrio de San Roque, el tercer vértice de la gran expansión de la ciudad, que, como no podía ser de otra forma, también fue ideada en época barroca por los obispos. Entre su monumental conjunto de edificios, el parque de la Alameda es un respiro, un jardín histórico de olmos centenarios, lugar de paseo, de tertulia, de fiestas, además del espacio donde se levanta el monasterio de Nuestra Señora de los Huertos.