La puerta de entrada al lago es la ciudad de Como, a la que se llega desde Milán o Bérgamo. Para recorrer el entorno, la mejor manera es en battelli, barcos que navegan entre los pueblos orillados al lago para viajar en la cubierta y gozar del paisaje.
La flota no es uniforme, lo que le confiere peculiar encanto, pues va desde un moderno catamarán hasta la Milano o el Griffone, dos motonaves de estilo liberty, pasando por el piróscafo Concordia, activo desde 1926 y que aún conserva la propulsión a rueda (como los barcos del Misisipi). Para desplazarse entre las poblaciones que bordean el lago están también los ferris de Navigazione Lado di Como (navigazionelaghi.it). Barindelli’s (barindellitaxiboats.com) alquila motoras con chófer.
Alquilar un coche y hacerlo por carretera no es recomendable porque la que recorre y abraza al lago es estrecha y llena de curvas, hay poco aparcamiento (especialmente en verano) y además no a todos los lugares se puede llegarse en coche.