La infanta Elena cumple de nuevo con la tradición de la Familia Real ante el Cristo de Medinaceli

Cientos de fieles acuden el primer viernes de marzo a la basílica madrileña de Jesús de Medinaceli

Por hola.com

La infanta Elena ha sido este año la encargada de cumplir con la tradición de la Familia Real, que se remonta a finales del siglo XVII, de venerar al Cristo de Medinaceli en su basílica de Madrid el primer viernes de marzo. Con un tiempo bastante mejor que el del año anterior, que obligó a Felipe VI a protegerse de la lluvia que caía en Madrid, la hija de don Juan Carlos y doña Sofía ha sido recibida con los aplausos de los cientos de feligreses que en ese momento se encontraban en los alrededores del tempo, muchos de ellos a punto de acceder al interior para besar, como manda la costumbre, los pies de la imagen del Cristo y pedir tres deseos para que, según la creencia, se cumpla uno.

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A su llegada, la infanta ha sido recibida por el ministro provincial de la comunidad de los padres capuchinos, Benjamín Echevarría, y otros representantes de esta orden. Además, doña Elena ha saludado a los integrantes de la junta de gobierno de la archicofradía de Jesús de Medinaceli, que allí la esperaban junto a la multitud de fieles que, desde la entrada de la basílica y hasta pocos metros de la imagen del Cristo, se agolpaban para besarla o estrechar su mano. Mientras se situaba ante la talla, ha sonado el himno nacional interpretado por el organista de la iglesia, tal y como informa Efe, y ya ante la imagen del Cristo de Medinaceli, la infanta Elena se ha santiguado y ha cumplido con el rito besándole el pie derecho con sumo respeto.

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Tras unos momentos de recogimiento ante la talla, la hermana de Felipe VI ha acudido a la sacristía, donde ha conversado unos minutos con varios miembros capuchinos. A su salida, de nuevo el himno de España ha sonado de fondo, instante en el que la infanta ha vuelto a dedicar saludos y gestos de afecto a los ciudadanos que se encontraban en el exterior. En ese momento se han podido escuchar gritos de ¡viva España! y ¡viva la infanta!

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La vinculación de la Familia Real con esta imagen, de 1,73 metros de altura y tallada en Sevilla en la primera mitad del siglo XVII, se remonta a su participación en 1682 en una procesión en Madrid en honor del Nazareno. Debido a la enorme espectación que genera por la presencia de la realeza, miles de personas se congregan cada año a las puertas de la basílica de Jesús de Medinaceli cada primer viernes de marzo, esperan largas colas y algunas guardan el sitio durante días para cumplir con esta tradición. Esta ha sido la segunda ocasión en la que doña Elena cumple con este rito desde que Felipe VI asumió la Corona en 2014, ya que también lo hizo hace dos años, en 2017.