Una gran fiesta de largo pone el broche de oro a la boda de Alessandra de Osma y Christian de Hannover

Después de tres días de celebraciones por su enlace, los Príncipes de Hannover y sus invitados deslumbraron este sábado en una gala que se celebró en el Museo Pedro de Osma

Por hola.com

Lima se ha convertido este fin de semana en el mejor escenario para una de las grandes bodas reales del año. Este sábado, la capital de Perú se ha vestido de largo para acoger la fiesta con la que Alessandra de Osma y Christian de Hannover han puesto el broche de oro perfecto a las celebraciones por su boda religiosa que se celebró el viernes, 16 de marzo. A las ocho y media de la tarde (hora local) los novios y sus invitados se han puesto sus mejores galas para la wedding party, que se celebró en el Museo Pedro de Osma, donde se expone la colección de arte virreinal perteneciente a Pedro de Osma Gildemeister, antepasado de la novia, y que ahora está administrado por la Fundación Pedro y Angélica de Osma Gildemeister. Se trata de un imponente edificio de estilo francés, rodeado por un jardín de ficus, palmeras y geranios. 

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Una vez más Alessandra nos ha dejado sin palabras con la elección de su vestido. En esta ocasión ha optado por una sencilla y muy elegante pieza en blanco y sin mangas. El escote de la espalda llevaba unas tiras. Para completar este diseño tan chic, apostó por llevar su melena con un recogido bajo. Como joyas, unos pendientes de oro blanco con perla australiana y diamantes talla brillante de la colección 1943 de Suárez. También llevó un broche de inspiración art decó de oro blanco y diamantes, una pieza icónica de la firma de joyería diseñada en 1951. Su flamante marido optó por el siempre elegante esmoquin. Este es el tercer traje que la Princesa de Hannover ha llevado en estos días de celebraciones. El viernes, en la ceremonia religiosa, deslumbraba con una pieza de chantilly de Jorge Vázquez.. Horas más tarde se cambiaba para la cocktail party informal que se celebró en la casa Berckmeyer. Allí optó por un favorecedor vestido de tipo lencero y una diadema de flores.

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Además de la novia ha habido otras invitadas que han destacado como Tamara Falcó, que forma parte del grupo de amigos españoles de los recién casados. La hija de Isabel Preysler lució un vestido con un original escote palabra de honor, adornado con volantes, en rosa empolvado con unas cintas negras marcando la cintura. Alejandra de Hannover, hermana del novio, llegó con su pareja, Ben-Sylvester Strautmann, con un vestido negro con transparencias.  Kate Moss, fiel a su estilo, lució un diseño en tonos azules y verdes de gasa y manga larga con pronunciado escote en pico. Eugenia y Beatriz de York, las dos con vestidos en azul marino, pero muy diferentes. Pierre Casiraghi hizo gala, una vez más, de su elegancia con un favorecedor esmoquin oscuro. Entre el resto de las asistentes predominaron los estampados, los colores vivos y los dorados. 

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Alessandra, hija del empresario peruano Felipe de Osma y la modelo Elizabeth Foy, y Christian, el hijo menor del príncipe Ernesto y la heredera suiza Chnatal Hochul,i ya contrajeron matrimonio civil el pasado mes de noviembre en Londres y han querido volver a darse el “sí, quiero”, en Perú, tierra natal de la novia. El viernes, ante lo más granado de la alta sociedad peruana, de la realeza y de la aristocracia europea, los contrayentes se casaron en la basílica menor y convento de San Pedro de Lima. Una vez convertidos en marido y mujer festejaron su gran día con un almuerzo en el Club Nacional, un edificio de estilo neorrenacentista, centro de reunión de la aristocracia del país a lo largo de los siglos XIX y XX y actualmente uno de los diez mejores y más elegantes clubes del mundo. Finalizada esta comida, y ya de manera más informal, tuvo lugar una cocktail party en la casa Berckmeyer, una mansión de estilo republicano, propiedad de la familia de la novia, donde los novios y sus invitados apostaron por estilismos desenfadados para poder bailar hasta altas horas de la madrugada.  

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