Los juegos de mesa tienen multitud de beneficios para los niños. Ya solo el hecho de aprender a seguir una serie de instrucciones es de gran utilidad para ellos, pero es que además la mayoría cuenta con una serie de características que favorecen el desarrollo de ciertas habilidades cognitivas: con unos se potencia la memoria, con otros la concentración, con otros la velocidad de procesamiento… Y hay más de uno que favorecen más de una de estas habilidades. En cualquier caso, todos ellos son sobre todo eso, un juego con el que los niños disfrutarán y pasarán un rato de lo más entretenido. Si le sumamos que también les sirve para aprender, mejor que mejor.