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Semana Mundial de la Lactancia

Cuidados especiales que debes seguir para mantener una lactancia segura en verano

Las altas temperaturas hacen más probable una posible deshidratación y obligan a almacenar la leche extraída con mayor precaución

La lactancia materna tiene multitud de beneficios que la convierten en la mejor opción tanto para los bebés como para las madres en lo que se refiere al en el bienestar físico y emocional. Sin embargo, en verano es preciso seguir unas precauciones especiales para mantener la lactancia con seguridad en esta época del año, pues tanto la madre como el pequeño requieren una mayor hidratación a causa de las altas temperaturas, motivo por el que también la mujer sentirá un mayor desgaste físico mientras da el pecho. “Con las altas temperaturas sobre todo, por ejemplo las gestantes, los primeros meses requiere que tengan un buen aporte de líquidos porque el volumen sanguíneo cambia, sobre todo en los primeros meses de una mujer que acaba de parir y entonces necesita mucha más hidratación y mucho más volumen para ello”, nos explica Elisa Corrales, matrona de Hospital Universitario de Torrejón.

 

Cuidados a seguir con la lactancia materna en verano:

1. Mayor hidratación. Las mujeres que estén dando el pecho a sus hijos en verano deberían estar “constantemente con una botella de agua porque ya solo la lactancia les va a provocar que tengan mayor sensación de sed y el aporte que necesitan a nivel de líquidos es mucho mayor”, recomienda Corrales. “El riesgo de que se deshidrate va a ser mucho mayor por una lactancia; por eso, si ya de por sí una mujer que ha parido tiene que estar los primeros meses bebiendo agua todo el rato, en verano es imprescindible”. Si es necesario, habrá que “incidir que la persona que está a su lado, pareja o familia, estén pendientes de que tenga una botella de agua siempre a su lado”. Además, las mujeres que sean propensas a ello tendrán más posibilidades de sufrir una bajada de tensión en esta época del año y están alimentando a su bebé con leche materna.

2. Evitar ambientes excesivamente calurosos. Además de estar bien hidratadas, “a ser posible con agua fresca”, es recomendable que “eviten ambientes que tengan mayor calor, que estén en zonas húmedas, en zonas más frescas”.

3. Cómo dar el pecho al bebé. Ese ambiente más fresco es esencial buscarlo en el momento de dar el pecho, en el que habrá que tener también muy en cuenta cómo colocar al bebé, ya que “hay posiciones en las que se le tiene en contacto directo y le va a dar más calor”. Habría que procurar “una posición en la que no se tenga un contacto tan directo” para evitar mayor calor en la toma.

4. Cuidado del pecho. También hay mayor posibilidades de que se irrite el pezón a causa del sudor. “Y ya no solo por el sudor, sino también porque los bebés que están constantemente al pecho los primeros meses”; eso implica que “el pezón también sufre y se enrojece y se irrita”. Para ello, “lo que mejor funciona son sustancias oleosas que hay en casa y, en concreto, el aceite de oliva virgen extra”, apunta la matrona. “Con una gotita que se echen, ese pezón se alivia mucho”. Después, habría que “dejarlo secar por lo menos diez minutos”. Es preferible el aceite de oliva virgen extra a “pomadas y cremas que al final se ha visto que no son tan beneficiosas”.

En la piscina©GettyImages

5. Tomar el sol y uso de cremas solares en la lactancia. En el instante de dar el pecho, las mamás deben estar a la sombra con sus bebés, como señalábamos anteriormente, pero cuando no tienen a su pequeño en su regazo, pueden tomar el sol e incluso hasta “hacer topless” si así lo desean: “no pasa nada porque al pezón le dé el sol”. En cuanto a las cremas solares que puedan usar para ello, no se requiere ninguna especificación concreta; tan solo que “tiene que tener con una protección de 50, no menos”. Por lo demás, se pueden emplear cualquiera de las que hay disponibles en el mercado y que estén avaladas por los organismos correspondientes.

 

6. Extracción y almacenamiento de leche. Si una mujer se incorpora al trabajo en verano y necesita extraerse la leche, habría que darle “importancia a un buen almacenamiento de esa leche”, subraya la matrona. La diferencia con otras épocas del año en cuanto al almacenamiento pasan no tanto por la temperatura del frigorífico (que en todo caso “debe estar entre los 0 y los 4 grados”) como por el hecho de refrigerarla de inmediato. “En la nevera podría estar esa misma leche hasta 24 horas y, si se congela, sí que puede estar más tiempo, unas dos semanas”.

Otra consideración a tener en cuenta de cara al almacenamiento de la leche extraída en verano es que “no junten leche fresca con leche congelada, es decir, si se acaban de extraer esa leche y ya tenían una leche que ya estaba guardada previamente en la nevera, esa leche no se puede juntar”. De lo contrario podría perder propiedades. “Se puede juntar leche de diferentes extracciones, pero siempre lo importante es que sean del mismo día y que estén a la misma temperatura”.

7. Transporte de la leche extraída. En caso de extraerse la leche, por ejemplo, en el trabajo y necesitan transportarla después a casa, es fundamental también hacerlo correctamente. “Lo mejor que la transporten con neveras portátiles que tengan placas de hielo para que no se rompa la cadena de frío”.

8. Consultar con la matrona. En todo caso, ante cualquier duda o problema relacionado con la lactancia, Elisa Corrales recomienda a las madres que “que acudan a su matrona de área, que le asesoremos, que le veamos la toma y que le ayudemos a solventar si tienen algún problema específico”.

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