Las madres que dan el pecho a sus hijos o aquellas que tengan previsto hacerlo, deben tener claros dos importantes conceptos: primero, la leche materna es el mejor alimento para el bebé y siempre será la elección más acertada para alimentarlo, a no ser que existan situaciones que lo imposibiliten; y segundo, la leche de la madre siempre tiene una composición adecuada para alimentar al niño. No existen leches de mala calidad o poco nutritivas. Puede existir poca leche, pero nunca leche de poca calidad.

Inicio de la lactancia materna

La subida de la leche en partos normales se produce entre las 24-48 horas siguientes al parto, pero para que la producción de leche sea eficaz se debe poner al pecho al bebé lo antes posible, pues a través de la succión realizada sobre el pezón, se estimula la subida y la producción de leche.

La subida de la leche

La secreción de una hormona llamada prolactina por la hipófisis, es el factor que más influencia tiene en el inicio y el mantenimiento de la producción de leche por las glándulas mamarias. El vaciamiento periódico y máximo de la mama y el estímulo sobre el pezón que se ejerce durante la succión son los dos factores que más influencia tienen en el éxito para producir suficiente cantidad de leche durante la lactancia.

Dieta alimenticia de la madre que da el pecho

La alimentación de la madre que está amamantando a su hijo no tiene por qué diferenciarse grandemente de la dieta que tomó durante el embarazo. Sí suele ser necesario aconsejar que la cantidad de líquidos y de agua de esta dieta sea mayor, pues no debemos olvidar que la leche es un alimento líquido y por tanto, para fabricarla, el consumo de agua por el organismo, será más elevado.

La dieta debe estar formada por alimentos frescos y naturales de calidad. No es necesario comer más. Y, de hecho, siempre supervisadas por vuestro médico, se puede amamantar al bebé, haciendo dieta hipocalórica, para no ganar peso.

Frutas y verduras frescas, carne, pescado, huevos y leche con abundante agua son la base de la dieta alimenticia de la madre que da el pecho. Pocos azúcares refinados, poca sal, pocos o ningún alimento procesado y pocos aditivos y contaminantes, ah! y nada de alcohol.

¿Influyen los alimentos en la calidad y cantidad de la leche?

Es creencia general que determinados alimentos pueden dar olor y sabor diferentes a la leche de mujer. Igualmente existen tradiciones, en diferentes culturas, por las cuales también, determinados alimentos, dicen aumentan y mejoran la producción de leche. Creemos que existe parte de verdad, no toda, en estas afirmaciones.

A fin de cuentas, la leche de la madre es un fluido biológico producido por una glándula que obtiene todos los nutrientes que aporta a la dieta del bebé, del plasma sanguíneo circulante en el sistema vascular de la madre. Es evidente que muchas substancias ingeridas a través del aparato digestivo aparecen en el plasma y, por lo tanto, creemos que el sabor y el olor de determinados alimentos pueden aparecer en la leche.

Los espárragos, las alcachofas, las coles, la coliflor, el ajo y muchas especias, dice la tradición, podrían modificar el sabor y el olor de la leche, pero nunca modificarían su composición y en nuestra experiencia no alteran la apetencia del bebe por la leche de la madre.

Bebidas y medicamentos durante la lactancia materna

Las bebidas energéticas y estimulantes que contengan cafeína y otras substancias, como el café, el té, la cola y el chocolate deben tomarse con moderación o no tomarse. Igualmente las bebidas alcohólicas deben ser anuladas de la dieta.

Muchos de los medicamentos tomados habitualmente pasan a la leche de la madre lactante. Siempre que tengáis que tomar una medicación durante la lactancia debéis consultar previamente, con vuestro ginecólogo o vuestro pediatra, pues la mayoría de los fármacos aparecen en la leche materna.