Adherencias pélvicas: qué riesgos conlleva fertilidad y embarazo.©AdobeStock

Embarazo

Las adherencias pélvicas, ¿pueden poner en riesgo el embarazo?

Una alteración poco conocida que, aunque rara vez es grave, resulta difícil de diagnosticar porque muchas veces puede pasar inadvertida. Lo que sí es cierto es que puede afectar a la fertilidad de la mujer.

Entre las muchas anomalías o patologías que pueden imposibilitar un embarazo o poner a este en jaque están las adherencias pélvicas. Por su naturaleza, suelen provocar diversos problemas en el sistema reproductor de la mujer, desde dolor durante las relaciones sexuales o sensibilidad pélvica hasta una obstrucción en las trompas uterinas que puede llegar a causar una disminución de la fertilidad e, incluso, una imposibilidad para quedarse embarazada. Además, aún cuando se ha conseguido la gestación, hay que vigilarlas, pues pueden conllevar riesgos.

Unos riesgos que, según nos explica el Dr. Joaquín Llácer, especialista en Ginecología, Obstetricia y Reproducción Asistida, además de director médico de Ginefiv, “en muy raras ocasiones son graves, pero existen”. Por ello, al ser un tanto desconocidas, hemos querido hablar con él para que nos explique qué son y qué debemos tener en cuenta a la hora de buscar un embarazo.

¿Qué son las adherencias pélvicas?

Las adherencias pélvicas, un tema no muy conocido, nos explica el doctor, “son unas cicatrices que se forman a la altura de la pelvis, dentro de la cavidad abdominal”. Podemos llamarlas cicatrices o, nos dice, pegaduras, y se producen entre unas partes y otras, principalmente, por tres causas:

  • Por la existencia de una infección previa, que es lo que llamamos una “enfermedad pélvica inflamatoria”.
  • Por una cirugía previa, debido a las cicatrices que se puedan haber formado después, por ejemplo, de una cesárea o de otro tipo de cirugía en la zona, como una apendicitis.
  • Por una causa secundaria, por ejemplo, una endometriosis, “una enfermedad relativamente frecuente que cursa con dolor con las reglas y que, en muchas ocasiones, también forma adherencias pélvicas”.

Suelen ser algo que pasa inadvertido, son difíciles de diagnosticar. Por ello, ante unas molestias como las descritas (dolor pélvico, menstruación dolorosa o dolor durante las relaciones sociales), sería necesario realizarse evaluaciones, como una ecografía transvaginal con el fin de examinar los órganos reproductores y, sobre todo, aquellas mujeres con antecedentes de endometriosis y cirugías previas que tengan estos síntomas. Es un problema que podría diagnosticarse y tratarse por laparoscopia.

Las adherencias pélvicas, ¿impiden la posibilidad de un embarazo?

Las adherencias pélvicas, nos confiesa el doctor, “pueden afectar a la hora de lograr un embarazo y, fundamentalmente, es por dos razones”:

  1. Una razón mecánica, porque la tracción de las trompas hace que se obstruyan completamente. Es lo que se llama un factor tubárico y suele ser bastante frecuente después de una enfermedad inflamatoria pélvica. En este caso, nos dice, “si las trompas están completamente obstruidas, se imposibilitaría el embarazo natural, por lo que solo tendríamos la opción de una Fecundación In Vitro (FIV).
  2. Por una inflamación crónica dentro de lo que es la pelvis, en el aparato interno femenino, que se asociaría “no a una imposibilidad de embarazo, pero sí a una disminución de la fertilidad”.

Riesgos que conllevan las adherencias pélvicas en un embarazo

Si las adherencias pélvicas generan una imposibilidad o disminución de la fertilidad, otra de las preguntas que nos hacemos es la de si conlleva algún tipo de riesgo para el embarazo. Y la respuesta es que “depende del tipo de adherencias y de lo intensas que sean”, nos dice el doctor. A veces, son adherencias laxas y, la mayoría de las veces, no pasa nada, salvo la existencia de alguna molestia, sobre todo, durante el primer trimestre del embarazo. Ahora bien, nos explica, “en ocasiones, este tipo de adherencias puede hacer que el intestino se meta dentro de ellas y se produzca una oclusión intestinal, algo bastante grave, pero una posibilidad muy rara”.

En cualquier caso, los riesgos que pueden conllevar este tipo de adherencias son solo atribuibles a la madre, “por lo que no afectarían al bebé”. Para hablar de una implicación sobre el bebé, “debe darse el caso de que estas adherencias se compliquen mucho y tengamos que terminar el embarazo de forma prematura, pero, en principio, no afectan al desarrollo fetal”.

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