Embarazada rechazando una trozo de tarta©AdobeStock

Embarazo

‘Estoy embarazada y no tengo hambre, ¿qué puedo hacer?’

La falta de apetito durante las primeras semanas, incluso meses, de embarazo puede deberse a diferentes causas. Aquí tienes algunas recomendaciones para minimizar la inapetencia y otros consejos que te servirán de mucha ayuda.

Lo que se tiende a pensar sobre las embarazadas es que siempre tienen más apetito de lo habitual, incluso, existe el famoso dicho de que durante el embarazo ‘hay que comer por dos’, sin embargo, esta afirmación dista mucho de la realidad. Son muchas las sensaciones y emociones que se experimentan a lo largo del estado de gestación y la inapetencia “es más común de lo que pensamos, y las causas pueden proceder de varios factores. El más común es el hormonal”, nos cuenta Ana Rocío Vico, nutricionista Materno-Infantil y en Fertilidad (@anarocionutricion).

Las distintas causas por las que se puede producir la falta de apetito durante el embarazo, son las siguientes, según la experta:

  • Los cambios hormonales, como decíamos, es el más frecuente. El aumento de la Gonadotropina Coriónica Humana (HCG) es una de las principales causas que produce la falta de apetito en las embarazadas ya que provoca nauseas y vómitos en los primeros meses de la gestación. Además, otras de las hormonas que pueden intervenir son los estrógenos y la progesterona, este último interfiere en el proceso de digestión enlenteciendo el transito gastrointestinal.
  • Otra de las causas es el cambio físico. Conforme va avanzando el embarazo el bebé ocupará más espacio en la tripa de la mamá moviendo órganos y dando lugar a la acidez estomacal, gases, hinchazón, pesadez… y, en consecuencia, la disminución de apetito.
  • Los cambios emocionales de la mamá gestante son muchos y pueden repercutir en la falta de apetito, además del estrés, la ansiedad que pueda surgir a nivel personal, etc…
  • Otra de las causas pueden ser algunas enfermedades o patologías que hayan podido padecer (o padece) la embarazada como un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria), trastornos gastrointestinales, depresión, ciertos medicamentos, puedes ser la causa de la falta de apetito, entre otros.

Por qué se puede llegar a perder peso en el embarazo

Existe la posibilidad, que suele ocurrir solo a un 1 - 2% de las mujeres embarazadas que, en vez de ir ganando peso durante los primeros meses del embarazo, se pierda. Es muy común durante el primer trimestre padecer nauseas y vómitos, de hecho, es uno de los síntomas asociados al embarazo más frecuentes, pero cuando estos se convierten en excesivos, da a lugar a una hiperémesis gravídica. La nutricionista nos explica que “según el nivel de gravedad, las embarazadas pueden llegar a perder peso, deshidratarse e incluso ser hospitalizadas por desnutrición y ser alimentadas e hidratadas por vía intravenosa”.

También existe la posibilidad de que la embaraza tenga algún trastorno digestivo que “impida absorber los nutrientes o que provoque una excesiva pérdida de estos lo que puede provocar una desnutrición y, por lo tanto, debe haber una vigilancia y ser evaluadas con frecuencia”, advierte la experta.

Mientras que para aquellos casos en los que la embarazada sufra algún TCA “este debe ser controlado muy de cerca para un buen estado de su alimentación ya que puede verse también perjudicado el bebé. Siempre debe haber un especialista o varios realizando los controles pertinentes para evitar una desnutrición en ambos”, asegura.

Cabe destacar como última apreciación de la nutricionista que en aquellos embarazados considerados normales, y sin patologías, “la mamá no debe preocuparse si mantiene el mismo peso en los primeros meses de gestación (si no hay una patología de por medio). Incluso teniendo un embarazosin nauseas no sería necesario aumentar la energía calórica. Lo importante es la calidad nutricional”.

Embarazada sentada en la encimera de la cocina con una manzana en la manoEmbarazada sentada en la encimera de la cocina con una manzana en la mano©AdobeStock

¿Qué hacer para abrir el apetito embarazada?

“Aunque se tenga menos apetito, el bebé va a seguir recibiendo los nutrientes correspondientes para su crecimiento y desarrollo, por lo tanto, no hay que alarmarse. No obstante, hay algunas pautas a seguir para minimizar la inapetencia”, nos indica la experta y añade: “Eso sí, si la inapetencia se mantiene en el tiempo y/o hay una patología o enfermedad de base, se debe recurrir al especialista”.

Pautas para minimizar la inapetencia en el embarazo:

  • Dividir las comidas a lo largo del día y en pequeñas cantidades, lo adecuado sería comer cada dos horas.
  • La temperatura de las comidas y bebidas deben ser frías o templadas.
  • Beber en tragos cortos.
  • Cambiar la textura de los alimentos que provocan nauseas.
  • Tomar o añadir jengibre a los alimentos en la cantidad adecuada.
  • Evitar los olores fuertes.
  • No incluir en tu dieta aquellos alimentos que sabes o crees que te sientan mal, aunque sean alimentos saludables.
  • Comer tranquila y sin ninguna alteración alrededor.

Consejos de alimentación para el embarazo

En cualquier caso, una embazada siempre deberá de tener en cuenta los siguientes consejos que nos da la nutricionista para llevar un embarazo sano y saludable tanto para ella como para su bebé:

  1. Una buena hidratación: llevar una botella de agua al salir de casa (a ser posible de vidrio o de acero), tanto en meses fríos como calurosos.
  2. Retirar de su alimentación aquellos alimentos que sean molestos para su digestión y consultar con un especialista de nutrición para ver cuáles son los alimentos por los que puede sustituirlos, de esta forma no habrá una deficiencia nutricional.
  3. Comer variado, mucha fruta, verdura, frutos secos, AOVE, pescados pequeños, semillas…
  4. A nivel de vitaminas y minerales: no suplementar sin la supervisión de tu médico y nutricionista especialista en embarazos. Revisa con estos profesionales tu alimentación y comprueba si puede haber una deficiencia o un exceso de algún micronutriente.
  5. Dar importancia a los alimentos que contengan fibra pero sin pasarse.
  6. No excederse con la sal, bebidas o alimentos azucaradas y la cafeína.
  7. Consumir alimentos bien cocinados, vegetales y frutas desinfectadas.
  8. Eliminar el consumo de alcohol y tabaco.