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Dermatología

¿Cómo evitar la sequedad de la piel del bebé en invierno?

El frío, la calefacción, los cambios bruscos de temperatura... pueden afectar a la piel del bebé, que es extremadamente sensible, y favorecer afecciones como la dermatitis atópica, una de las lesiones cutáneas más frecuentes en los niños.

Si el invierno es una época del año que hace estragos en nuestra piel, en la de los niños se multiplican ya que es mucho más fina y sensible que la de los adultos. Las agresiones externas como la calefacción, el viento o las temperaturas bajo cero son factores que pueden dañar su dermis provocando la aparición de irritaciones u otras lesiones. “La piel del bebé necesita cuidados durante todo el año, pero durante el invierno el aire frío, los cambios bruscos de temperatura y el viento, hacen que la piel sea más delicada provocando disminución de la hidratación cutánea y favoreciendo la sequedad de la misma (lo que denominamos en medicina ‘xerosis’)”, explica la doctora Miriam Casariego (@miriampediatra), pediatra del Hospital Parque y Centro de Salud Laguna-Mercedes.

 

Dentro de estas lesiones cutáneas provocadas por el frío invierno hay que destacar la más común en niños: “Sin duda, la Dermatitis Atópica (DA) es la enfermedad dermatológica más frecuente en la infancia. Se trata de una enfermedad crónica y recurrente, que afecta tanto a periodos en brote como a periodos asintomáticos. Se caracteriza por lesiones enrojecidas (eritema), picor intenso y descamación originado por la sequedad de la piel”. Pero, ¿cómo actuar ante un brote? La pediatra aconseja “Hidratar, pero si a pesar de eso la piel no mejora se debe tratar con medicación tópica. Debe acudir a su pediatra o dermatólogo quién le pautará un antihistamínico vía oral si hay picor y una crema o pomada con corticoide una o dos veces al día durante un corto espacio de tiempo”.

Consejos para prevenir y aliviar la sequedad de la piel

La doctora Casariego nos da una serie de recomendaciones que ayudarán a cuidar la piel del bebé y mitigar la sequedad:

  1. Hidratar es importantísimo: utilizar cremas, emolientes, ungüentos o aceites. “Aplicar diariamente e incluso dos veces al día. Es importante conseguir la crema que la va bien a tu bebé, no por ser más cara le va a sentar mejor. Se debe ir probando hasta encontrar aquella que le mantenga la piel tan hidratada que consiga evitar el rascado”, recomienda la doctora.
  2. Mantener la piel limpia, evitar los baños largos. Se trata de realizar baños cortos y con temperatura agradable evitando agua muy caliente para que la piel no se reseque.
  3. Huir de cremas o jabones con perfumes u olores. Es importante usar un gel de baño específico para bebés ya que los de adultos pueden resultar agresivos para su pH. No es necesario usar champú en recién nacidos, el propio gel de baño bastará para lavar su pelo.
  4. Hidratar la piel tras el baño. Aplicar la crema con la piel húmeda. No secar la piel del bebé frotando sino a toquecitos.
  5. Utilizar ropa de algodón 100% evitando fibras sintéticas.
  6. Lavar la ropa con jabones neutros y no usar suavizantes.
  7. Evitar abrigar en exceso al bebé, pues la sudoración empeora la piel
  8. Cortar bien las uñas para evitar la infección de la piel tras el rascado.

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¿Cómo proteger su piel en invierno?

Otra de las formas de prevenir las lesiones cutáneas causadas por el frío en nuestros bebés es proteger su piel. Siempre que vayamos a salir de casa ya sea de paseo o excursión es importante hidratar bien la piel del pequeño. Ponerle crema hidrante tanto en la cara como en las manos es fundamental ya que son las zonas más expuestas al frío.

Además, las cremas solares son de obligado uso también en esta época del año en lo niños. Según nos cuenta la doctora: “La fotoprotección (protección solar) es imprescindible, ya que la piel infantil es más sensible a las radiaciones UV. Aunque en invierno las radiaciones solares no sean tan intensas hay que proteger la piel del bebé. Se aconseja el uso de fotoprotector con filtros físicos que aplicados en la piel reflejan la luz solar como un espejo, es decir, no se absorben. Dichos fotoprotectores son menos alérgenos, y aunque dejan una capa blanquecina sobre la piel, son mucho más favorables que los cosméticos”, indica la experta.

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En invierno, los portabebés son una buena idea para llevarles pegados y que así autorregulen su temperatura corporal, con la de la mamá o el papá. Es perfecto para que vayan súper protegidos del viento y el frío. Lo ideal que se aconseja es que el bebé lleve una capa más que nosotros (y asegúrate de que la ropa sea 100% de algodón natural).

Pero, ¡mucho cuidado con abrigarle en exceso! porque podemos provocar el efecto contrario y que el niño comience a sudar y se dé la aparición de granitos que le provoquen picores u otras lesiones. Si optas por el carrito es importante que el bebé lleve ropa de abrigo, un saco de invierno y si crees necesario gorrito, manoplas… Lo ideal que se aconseja es que el bebé lleve una capa más que nosotros

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