Paladar hendido recién nacido©AdobeStock

Salud Infantil

Sharon Fonseca confirma que su hija ha sido operada de paladar hendido, ¿sabes qué es y cómo se trata?

La pequeña Blu Jerusalema, hija de Sharon Fonseca y Giancluca Vacchi, acaba de someterse a una operación para eliminar esta anomalía congénita. Te explicamos qué es y cuáles pueden ser sus causas.

El pasado mes de octubre, Gianluca Vacchi y Sharon Fonseca presentaron a su primera hija, Blu Jerusalema. Una noticia que les llenaba de ilusión y felicidad, pero también de incertidumbre. Los médicos les confirmaron que su bebé había nacido con paladar hendido, al que también se le llama labio leporino, pero existen diferencias. Ha sido, como confirmaban ellos mismos, “un fuerte golpe para los dos”, al que ponían fin esta pasada semana con una intervención quirúrgica a la que Blu Jerusalema se ha sometido y ha superado con éxito.

El labio leporino y el paladar hendido son defectos de nacimiento que se producen cuando el labio y la boca de un bebé no se ha formado correctamente durante el embarazo. Ambos defectos se conocen conjuntamente como hendiduras orofaciales. Hemos querido hablar con la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y con María Ángeles Martín Rodríguez, pediatra en el Centro de Salud de Barcarrota (Badajoz), para que nos explique qué es y por qué se produce, además de sus tratamientos.

¿Cuál es la diferencia entre labio leporino y el paladar hendido?

El labio leporino y el paladar hendido son dos anomalías o malformaciones congénitas mucho más frecuentes de lo que imaginas y que se producen cuando el bebé nace con una hendidura en el labio superior o el paladar. Se incluyen dentro de lo que se conoce como ‘hendidura orofacial’ y pueden aparecer juntas o por separado. Es decir, un bebé puede nacer:

  1. Solo con labio leporino. Se produce cuando en el labio superior del bebé aparece una abertura muy variable en tamaño, que parece que lo divide.
  2. Solo con paladar hendido. Se produce cuando el bebé nace con una abertura o fisura en el paladar, dejando un pequeño hueco entre la nariz y la boca. Puede ocurrir en la parte trasera del paladar (lo que se conoce como paladar blando) o llegar hasta la parte delantera.
  3. O con ambos defectos a la vez. Esto se conoce como fisura labio-palatina.

En todos los casos, la malformación se produce al inicio de la gestación (entre las semanas 6 y 9 del embarazo), al no formarse adecuadamente el paladar o el labio, dependiendo del caso. Sin embargo, su diagnóstico se realiza al nacer.

¿Cuáles son las causas de esta malformación?

El paladar hendido y el labio leporino son dos malformaciones que tienen su origen en el primer trimestre del embarazo. Se producen porque no existe la unión normal de los huesos y la piel de la mandíbula superior para formar, en el paladar hendido, el paladar; o de la nariz y de la boca, para formar el labio superior, en el labio leporino. Es decir, no se fusionan por completo, produciendo esa hendidura.

Aunque sí sabemos cuándo, los médicos no siempre dan con el porqué o la causa de su desarrollo. Según nos explica la Dra. Martín, “la causa exacta no se sabe completamente. Hay casos familiares con herencia “multifactorial” (es decir, influyen muchos factores), y otros se cree que pueden ser debidos a factores ambientales como ciertos medicamentos, exponerse a ciertas sustancias químicas durante las primeras semanas del embarazo”, como el tabaco o padecer diabetes.

¿Qué tratamientos existen?

Un paladar hendido y un labio leporino puede causarnos problemas a la hora de la alimentación, el crecimiento y desarrollo de funciones como el habla y hasta infección de oído. Por tanto es importante corregirlo cuanto todavía el niño es pequeño. Y su tratamiento ha de ser la cirugía.

  1. En el caso del labio leporino, como nos explica la doctora, “suele operarse entre el mes y medio y los 9 meses de edad y, en ocasiones, puede hacer falta otra operación más adelante, si la fisura afecta a la nariz”.
  2. Si estamos ante un paladar hendido, la cirugía también es el único tratamiento y, “como los problemas inmediatos afectan a la succión y al amamantamiento, existen técnicas por goteo o biberones especiales para estos niños, e incluso, podemos utilizar una prótesis para cerrar el paladar hasta el momento de la operación”. En este caso, también se suelen necesitar varias intervenciones.

Además, al margen de la cirugía, como nos advierte la doctora, “hay que descartar otras posibles malformaciones, con un estudio genético y, durante su crecimiento y desarrollo vigilar una serie de aspectos:

  • Su lenguaje y audición con posibles visitas al otorrinolaringólogo y un logopeda.
  • Pueden tener malformaciones en los dientes, con lo que es importante vigilar su dentición.
  • Si tiene o no problemas de desarrollo o psicológicos, siendo necesario en alguna ocasión un apoyo extra, si encontramos dificultades en el aprendizaje o con su vida social”.
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