Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, no solo toca hacerse con nuevas prendas fresquitas y cómodas, sino que, si tu intención es bañarte en la playa o la piscina sin quitarte las joyas, también conviene renovarlas y apostar por aquellas que sepas que no van a estropearse a causa del sol, el mar, el cloro o incluso el sudor. Admitimos que las joyitas bañadas en oro son nuestra debilidad, pero en verano suelen sufrir y acabar perdiendo el color, por lo que es mejor apostar por diseños de plata, acero inoxidable u oro puro.
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