Como buenos fans del tenis, ayer el príncipe Alberto y su mujer asistieron a la final del Montecarlo Master 1000, una cita en la que volvieron a derrochar elegancia atemporal. Charlene se decantó por un impecable traje de chaqueta blanco firmado por Akris, su marca preferida, y compuesto por una blazer entallada y pantalones acampanados. Completó con unas gafas de sol de cristales degradados de Ferragamo y aportó el toque de color gracias a su labial rojo.
Este tipo de conjuntos dos piezas es una de las apuestas preferidas por las royals y primeras damas para sus actos oficiales, así que echamos la vista atrás y vemos cómo lo combinan ellas.