Irina Shayk presume de curvas con la nueva versión del vestido-blazer

La modelo rusa demuestra en París que un esmoquin puede convertirse en el mejor look de fiesta

Por Paula Callejo

Irina Shayk es una de esas supermodelos que puede presumir de no necesitar presentación alguna. Después de 15 años en el mundo de la moda, la rusa ha logrado coronarse como una de las tops más prestigiosas del mundo, y a día de hoy continúa cosechando grandes éxitos con los que aumenta su prestigiosa trayectoria. El último, ser el nuevo rostro de Scandal, la fragancia de Jean Paul Gaultier, firma para la que protagoniza una seductora campaña en la que adapta la estética tradicionalmente masculina y le otorga un aire totalmente fresco y sexy. Irina ha tomado como referencia esta imagen y la ha adaptado a sus elecciones para las citas nocturnas en la capital francesa.   

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Ha demostrado en numerosas ocasiones que es capaz de defender a la perfección cualquier tendencia que se proponga, y, en sus últimos actos públicos, ha querido mantener esa imagen sofisticada y explosiva a la vez reinterpretando el clásico esmoquin para convertirlo en su mejor vestido de fiesta.  Ayer, asistía en París a una cena organizada con motivo de la promoción de la citada fragancia, y allí deslumbró con su último lookazo, protagonizado por un vestido inspirado en la clásica chaqueta de etiqueta para hombre. El diseño cuenta con la parte superior a modo de blazer, con hombros estructurados, solapas anchas de raso y doble botonadura, pero deja un pronunciado escote delantero a través del que la modelo muestra un bralette negro para añadir ese toque de sensualidad.

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Está entallado a la cintura, de la que parte una favorecedora falda larga cruzada que deja una gran apertura que permite que Irina presuma de tonificadas (y prácticamente infinitas) piernas. Para no alejarse de la estética minimalista del conjunto, prescinde de complementos y joyas, y agrega únicamente unos stilettos negros con los que estiliza aún más su silueta. En cuanto al look de belleza, recoge su melena en un moño muy pulido de efecto wet y opta por un maquillaje en tonos tierra que resalta sus característicos ojos verdes.

No es la primera vez que la modelo rusa se decanta por un look de este tipo. En las imágenes promocionales del perfume también posa con un vestido-blazer, así como en una de las últimas instantáneas que el propio Jean Paul Gaultier ha compartido. Sin embargo, en aquella ocasión apostaba por la versión mini de esta prenda, similar a las que han lucido anteriormente celebrities como Penélope Cruz o royals como Meghan Markle o la propia reina Letizia. Sin embargo, Irina se desmarca de la imagen más clásica de todas ellas al lucir escotazo que le permite mostrar el sujetador.