Conoce la sonrisa canina (y otros gestos que ayudan a tu perro a comunicarse)

Los científicos especializados en comportamiento animal han determinado que los perros se expresan usando la sonrisa

Por David Navarro

Aunque los perros mantienen una gran comunicación con sus iguales por medio de los ladridos, no existe un significado completo a la hora de ladrar y, como el resto de los mamíferos, se comunican utilizando otras muchas muestras de intención, bien sea con el lenguaje de su cuerpo como el de su cara. Científicos de la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido, han desarrollado un método para evaluar de forma concreta el movimiento de todos y cada uno de los músculos de la cara de los perros, y han codificado todos los movimientos identificados en función de las emociones que han podido detectar en su estado de ánimo. Aplicando estos nuevos conocimientos sobre los perros se ha podido llegar a conclusiones sobre cómo se relacionan entre iguales y cómo pueden llegar a gesticular de forma única para ser comprendidos por humanos.

Anteriormente a esta investigación, fue en la revista académica PNAS donde se publicó que se había identificado como evolutivamente los perros habían desarrollado la facultad de mover una serie de músculos faciales para intervenir en la apariencia de sus ojos, y que esta expresión sólo se utiliza para mostrarse así ante los humanos con la intención de comunicar tristeza o vulnerabilidad en un código que nosotros podamos entender fácilmente, algo así como: “poner ojitos”, cuando lo que realmente pretende el perro es tocarnos la fibra sensible para que accedamos a cumplir sus deseos de recibir comida, subir al sofá o venir con nosotros a un paseo. Esto es también una forma de comunicación no verbal que se ha demostrado que funciona estrictamente desde el perro hacia el humano, y nunca entre ellos mismos.

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La boca del can tiene una expresividad muy completa

La expresión facial de los perros se recoge según los investigadores de la  Universidad de Portsmouth sobre tres puntos clave: boca, ojos y orejas. En función de cómo se mueven, y en conjunción de estas tres variables, tendrán un significado u otro, aunque el punto clave suele ser la boca, tanto su posición como la apertura y los dientes que son mostrados. Generalmente la información que denotan estas claves son la advertencia de un ataque, una actitud de sometimiento, deseo por jugar y participar en el juego y la propuesta de cazar juntos.

A la hora de comprender una “sonrisa” canina debemos comprobar si la boca está abierta o cerrada. Al estar abierta, pero relajada, denota entrega a ti y tu entorno, así como equilibrio en sus sensaciones y necesidades. Por el contrario, una boca cerrada y con cierta tensión subraya un estado de alerta. En todo caso, depende mucho de la raza de perro, pues existen razas en las que su posición natural es predominantemente cerrada (como en perros pequeños, que tienen la mordida más compacta) y otros en los que muy comúnmente les vemos con la boca abierta (perros grandes en su mayoría).

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¿Dientes para qué os quiero?

Una mueca mostrando los dientes del perro puede significar varias cosas contrarias, pero siempre que sea una llamada de advertencia será desplazando el belfos (labio inferior) dejando ver los dientes inferiores, esto es una amenaza de en toda regla, generalmente hacia otros perros, un gesto que resulta casi imposible de realizar hacia un dueño a menos que exista un problema de adiestramiento muy crítico. Generalmente este gesto no es tanto de agresividad como de miedo, ten en cuenta que cuando un perro muestra una advertencia inequívoca lo que pretende es pedir que una situación que no le gusta acabe por las buenas y cuanto antes.

La sonrisa canina es muy parecida a esta llamada de advertencia para desembarazarse de un miedo, sin embargo no es difícil de comprobar que estamos ante un gesto completamente distinto. Es cierto que muestran los dientes, y que incluso relajan en demasía los labios y éstos permiten dejan a la vista piezas dentales que no son del todo común ver, pero la señal de alegría y felicidad se subraya al llevar las orejas hacia atrás (algo inaudito si fuera un gesto de ataque, que estarían levantadas). Es una sonrisa, además, porque no solo se muestran los dientes frontales, sino que la apertura de la boca es también lateral.

Esta expresión suele ser de alegría por un acto que se está consumando, cuando el perro ve que le estamos proveyendo de su comida favorita y que en pocos instantes podrá estar degustándola, o cuando cogemos la correa para salir a la calle e iniciar un buen paseo en un momento del día en el que él está especialmente predispuesto a pasarlo bien y jugar. La sonrisa canina es, por tanto, una muestra de felicidad gracias a la consumación de un deseo, y se hace en una sintonía completamente humana porque, los científicos de la Universidad de Portsmouth, se ha determinado que este gesto no es propio de la comunicación entre perros, sino que al igual que cuando nos ponen “ojitos” para pedir, también son capaces de articular una sonrisa para mantener su insistencia en un deseo y para manifestar agradecimiento.

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