Descubre los motivos por los que los perros se contagian el ladrido (y el aullido)

Los perros utilizan el ladrido como un reclamo de comunicación muy potente y con muchos posibles significados

Por David Navarro

Que los perros han heredado mucho de sus ancestros los lobos es algo que salta a la vista, no sólo observando el parecido físico entre algunas razas de perro y los lobos, sino atendiendo específicamente a su comportamiento. Tanto lobos como perros son animales que necesitan sentirse integrados en una manada, y esa pertenencia marca completamente su comportamiento y actitudes sobre su temperamento y cómo reaccionan a los estímulos. Ladrar o aullar son acciones que provienen de la herencia directa de los lobos y que se mantiene intacta y se perpetúa por varios motivos.

Habrás presenciado mil veces que un perro ladra en la calle, puede que incluso a una distancia considerable, y tu perro en casa parece desperezarse como urgido por una llamada ineludible, busca de donde viene el ladrido externo, llega a situarse cerca de una ventana abierta, balcón o terraza y emite el mismo sonido que haya escuchado, un ladrido que parece contagiado o imitado. ¿Qué sentido tiene este comportamiento?

Tanto los ladridos como los maullidos son expresiones de comunicación de los perros que pueden significar diferentes mensajes aunque, como imaginarás, nunca tienen un significado literal o muy concreto. Cuando un perro en la distancia ladra y el tuyo le replica es una forma de socializar. Tu perro no puede determinar si el motivo por el que el otro está ladrando en la calle es positivo o negativo, si es una advertencia territorialista, una llamada al juego o un ladrido de incomodidad.

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Ante cualquier estímulo, los perros siempre dan un paso al frente

Tal vez sea un rasgo que nos apasiona de los canes, esa facilidad que tienen para no esquivar los problemas y siempre mostrarse dispuestos a ver qué ocurre. Hazte esta pregunta: ¿alguna vez has percibido que tu perro permanecía en silencio para pasar desapercibido cuando algún otro can ha demostrado claros síntomas de excitación, territorialismo o agresividad? Probablemente tu respuesta sea no, nunca. 

Pasar desapercibidos va en contra del temperamento de los perros, por eso necesitan de una manada a su alrededor que les haga sentir seguros y refuerce este atrevimiento, porque ante cualquier ladrido, la respuesta instantánea del perro será dar un paso al frente y reaccionar, porque en todos y cada uno de los supuestos en los que el ladrido original se dé, tu perro tiene que aportar su ladrido a partes iguales. 

Si el ladrido que escucha es de advertencia, él también se suma respecto a su territorio y su manada. Si el ladrido original era de incitación al juego, tu perro también reclama participar y divertirse. Y si el origen del primer ladrido era dolor, el perro lo rechaza vivamente y alerta para que el motivo no se le acerque.

Pero otra de las herencias de los lobos que podemos encontrar en el ladrido de los perros es que cada individuo tiene su propia forma de ladrar y de aullar, y entre ellos son capaces de reconocerse. Como decíamos antes, no existe un mensaje sutil y claro en cada ladrido, pero sí la huella clara del animal que lo está haciendo. Los perros pueden reconocer los ladridos y más especialmente los maullidos (pues están diseñados para eso) y cuando se interpelan y contagian los mensajes pueden tener en cuenta si el perro que ladró era el vecino o un desconocido que pasaba casualmente por ahí.

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Los motivos por los que un perro puede ladrar son varios y son positivos o negativos a partes iguales. Un perro herido, estresado o desubicado ladrará para pedir ayuda. Pero también pueden ladrar por haber encontrado a una persona o un animal en peligro, para mostrar su alegría o incitación al juego. Sin embargo, no todas las razas responden igual a estos estímulos, los perros más ladradores son los beagle, huskies y beagle. Las razas que menos predispuestas están a ladrar son los golden retriever, bulldog francés y los rottweiler.

Los perros 'socializan' también con las sirenas de las ambulancias

Si ves pasar a una ambulancia, probablemente apreciarás que tu perro se vuelca en ladrar y devolverle el saludo. Existe la leyenda urbana de que los perros muestran su respeto a las ambulancias y son capaces de empatizar con la enfermedad del paciente, y por eso ladran cuando ven un vehículo medicalizado pasar alertando a su paso con la sirena. Sin embargo, eso es sólo una leyenda urbana que tiene una explicación científica y etológica.

En 1819 el físico francés Charles Cagniard de la Tour inventó las sirenas, y las nombró así en homenaje a las que se detallaban en la mitología griega, capaces de lanzar mensajes que producen un impacto muy fuerte en los marinos. Para este empeño decidió basarse en la naturaleza y diseñar una réplica muy primaria del quejido de los animales e, incluso, de los humanos. 

Si te paras a pensar, una sirena de un refugio antibombas y el de una ambulancia guardan cierta similitud al parecer imitar el llanto, el dolor y la urgencia. Por ese motivo los perros responden a las sirenas artificiales, porque el rango de ondas de esta herramienta es incluso mayor a la que los humanos percibimos, nosotros podemos llegar a reconocer hasta 20.000 Hz mientras que los perros alcanzan los 60.000 Hz, y muchos tipos de sirenas son capaces de apelar a sus instintos más primarios avisando al can de que algo malo ocurre, pues son réplicas de animales llamando y alertando a voz en grito.

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