Cuando hablamos de riesgo cardiovascular, nos referimos a la probabilidad de sufrir enfermedades cardiacas, como son el infarto de miocardio o la insuficiencia cardíaca; enfermedades cerebrovasculares como infartos cerebrales o ictus; trombosis, embolias e insuficiencia renal de origen vascular (entre otras enfermedades) en los próximos años. Sin duda, problemas de salud de gran importancia, pues la enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo, por delante de otras patologías como el cáncer o las enfermedades respiratorias.
Toca ponerse manos a la obra, pues la mayoría de estos eventos cardiovasculares podrían prevenirse. Si bien hay factores de riesgo no modificables, como pueden ser la edad, el sexo o los antecedentes familiares con cierta predisposición genética, lo cierto es que hay factores que sí dependen de nosotros, como son fumar, el sobrepeso, el sedentarismo, la dieta, la hipertensión arterial o el colesterol. Y la prevención debe empezar antes de que aparezcan los problemas.
Sin embargo, aunque nos sabemos la teoría, lo cierto es que algo estamos haciendo mal, pues tan solo una pequeña parte de la población consigue llegar a los 50 años sin presentar ningún factor de riesgo cardiovascular. Los expertos apuntan a que esto puede deberse a varios factores: desde la falta de información, a que no se haya asimilado el impacto que tiene el estilo de vida en la salud, el fácil acceso a la comida no saludable y a algunos tóxicos como el tabaco o incluso a la falta de confianza en la medicación cuando es necesaria.
Partiendo de esta base, con la ayuda de los expertos del equipo médico de Melio.es, plataforma online de análisis de sangre, vamos a resumirte las ocho falsas creencias más habituales que circulan alrededor de los problemas cardiovasculares.
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