¿Sin ganas de sexo en pareja? Estas son las causas y las soluciones

No tener ganas de sexo no siempre significa que la relación esté llegando a su fin.

Por Nuria Safont

Pensamos que el sexo es una parte fundamental de la relación de pareja y así lo afirman los expertos. Aunque no se puede tomar como una afirmación categórica y, mucho menos, generalizar. Como apunta la psicóloga Judith Mesa, terapeuta de Pareja en Alares, la importancia de la sexualidad en pareja "depende de diferentes factores y del punto de vista de cada miembro de la pareja". Y la pérdida de deseo sexual o no tener ganas tiene varias causas, así como soluciones. 

A su vez, detalla la experta en psicología, hay que contemplar si la pareja es monógama o pareja abierta; el momento del ciclo vital en el que se encuentran, si han sido padres, se han ido los hijos de casa y están pasando por el “síndrome del nido vacío” o están atravesando una crisis, ha fallecido un hijo, hay alguien enfermo en la familia… En todo caso, "habría que preguntarle a cada miembro de la pareja el valor y la importancia que le dan en ese momento, a las relaciones sexuales", añade. 

Judith Mesa señala, no obstante, que en la primera sesión de terapia de pareja siempre pregunta cuándo fue la última vez que hicieron el amor. "Porque para mí es un termómetro o indicador necesario junto con otras cuestiones para averiguar con qué hipótesis puedo trabajar".

También matiza que el sexo es placer, y el placer va mucho más de lo genital, hablamos de manos, boca, toda la piel… No podemos encasillar la sexualidad sólo en relación con los genitales porque esto nos hace perder y no entender el concepto afectivo-sexual que engloba los aspectos biológicos y psicológicos y emocionales.

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¿Por qué hay parejas que pierden el interés o las ganas?

La pérdida de “ganas” a la hora de mantener relaciones con una pareja estable es más común de lo que parece. Hay factores de distinta índole que pueden dar lugar a dicha pérdida, pero sobre todo son emocionales. “Cuando se entra en la rutina y la monotonía hay una pérdida de sorpresa y de novedad sexual y para recuperar las ganas no hay nada como hablar en pareja, buscar otros modos de placer y divertirse tanto fuera como dentro de la cama", aclara.

Judith Mesa indica que quizá la pareja necesita comprometerse a hacer esas actividades con las que tanto disfrutaban tanto antes: salir al aperitivo, ir al cine, ver una peli a solas, escapada de fin de semana para recuperar la conexión que han perdido en la vorágine del día a día, casa, trabajo, los hijos. No hay que descartar, tampoco, que quizá quieran una mayor intimidad y probar nuevos juegos sexuales.

"Por eso es fundamental encontrar espacio y momento para hablar en pareja y provocar los cambios que les permitan disfrutar de nuevo de lo que parecía perdido". 

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¿Siempre es un síntoma de que la pareja ya no funciona?

Ante esta pregunta, la terapeuta nos explica que no se puede generalizar cuando hablamos de personas y de relaciones, puede haber otros muchos otros motivos por el que disminuya el deseo sexual como son las preocupaciones, la toma de un medicamento, una depresión postparto, una etapa de estrés mal gestionada, traumas de la infancia o adolescencia…

"Hay parejas que no tienen con tanta frecuencia sexo y se expresan el afecto de mil maneras", afirma. 

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¿Qué se puede hacer para recuperar las ganas?

El deseo sexual y el tener ganas no responden siempre a la fuerza de voluntad, los hábitos, motivación o constancia. No hay fórmulas mágicas para todos, por lo que habría que ver cuál es el motivo en concreto de la falta de deseo sexual, porque a más presión más bloqueo.

En terapia, por un lado, veríamos si hay problemas en la pareja, si están tomando medicación, si se ha vivido algún trauma. Una vez descartadas estas posibilidades podemos revisar y proponer:

  • Consulta al médico: si sufres alguna enfermedad, tomas medicación.
  • Revisa tu historia sexual: analiza cómo has visto la sexualidad desde que eras niño, tú forma de verla de descubrirla y disfrutarla. Si la has visto como algo sucio o peligroso, si has tenido malas experiencias, has sufrido abusos.
  • Rebajar estrés y las preocupaciones: revisa tus tareas, prioriza, elimina lo que no te aporta y te genera malestar, e incluso cambia de trabajo o estilo de vida.
  • Descansar y dormir bien: es difícil que haya deseo cuando estás en un periodo de más estrés, no descansas y duermes poco.
  • Dedicar más tiempo al placer (en todos los sentidos): La sexualidad se empieza a disfrutar y gozar con plenitud en los distintos momentos de tu vida diaria. Disfrutar de una buena película en el cine, conectar con la naturaleza, salir a montar en moto, darte un homenaje con una buen comida…
  • Conoce tu cuerpo: explora tu cuerpo, descubre tus fantasías y despierta el deseo.
  • Nuevos encuentros sexuales: si consideras que son monótonos, aburridos y poco placenteros, hablarlo en pareja e innovar, hacer cambios que os gusten a los dos. Hay mil y una formas de disfrutar y vivir la sexualidad.