El running es uno de los deportes estrellas de los últimos años por un sinfín de motivos, a destacar que una vez que nos hacemos con unas buenas zapatillas y poco más de equipamiento correr es gratis, y que es un auténtico quema grasas que puede ponernos en forma en poco tiempo siempre que lo practiquemos de la manera adecuada.
Porque es muy posible que ya lleves un tiempo corriendo, esforzándote en ello al máximo, pero que haga mucho tiempo que no veas resultados en la pérdida de peso, aunque al principio sí fuera así. Si te encuentras en esta situación, o quieres evitarla, debes saber cómo usar el running de la manera adecuada, porque no todo el cardio que hacemos nos hace adelgazar.
Leer: Así debes cuidar tus pies si haces 'running'
Es necesario que los entrenamientos sean variados
El hecho es claro: si repites siempre el mismo entrenamiento nunca perderás peso. En realidad esto se debe a una de las grandes virtudes de nuestro cuerpo, y es que está diseñado para ser lo más eficiente posible. Por eso cuando repite un mismo esfuerzo una y otra vez, este termina por resultarle cada vez más fácil.
Además, también el metabolismo detecta la repetición del proceso, y su reacción es quemar cada vez menos calorías con el mismo tipo de ejercicio. Por eso cuando realizamos un entrenamiento estable notamos los beneficios en una semana, y luego la cosa empieza a frenarse, porque el metabolismo se adapta y no necesita quemar tanta grasa. Por eso en importante que busques variaciones en la carrera que pongan a prueba a tu cuerpo, y que complemetes tu entrenamiento con ejercicios de fuerza, que nos hace consumir calorías incluso 48 horas después del entrenamiento.
Leer: Objetivo carrera: cómo preparar un reto de 10 km con cabeza
No basta con aumentar el tiempo que corres, si no aumentas la velocidad
La intensidad es un concepto clave a la hora de obtener resultados con el ejercicio que hacemos. Cuando salimos a correr buscamos una ritmo de carrera que seamos capaces de mantener, normalmente durante al menos 30 minutos, y trabajar duro para conseguirlo. Este esfuerzo te hará ganar fondo y resistencia, pero no será de gran ayuda en tu objetivo de perder grasa.
Es preferible correr durante menos tiempo, pero hacerlo con mayor intensidad y velocidad para conseguir un resultado apreciable en la pérdida de grasa. Por eso está tan de moda y es tan efectivo el entrenamiento HIIT, que en poco tiempo de trabajo a una intensidad alta ayuda realmente a perder peso.
Evita un riesgo más común de lo que crees: correr demasiado
El ejercicio es fundamental para nuestra salud y bienestar, pero cuando lo practicamos en exceso supone un estrés añadido a nuestro cuerpo que impide que perdamos peso. El estrés es el causante de que nuestro organismo libere cortisol, una hormona que también se libera cuando hacemos deporte. El cortisol no siempre es malo, pero cuando lo liberamos de manera crónica a causa de un un estrés excesivo puede producirse una resistencia a la insulina que provoque la acumulación de grasa en la zona abdominal. Si nuestros niveles de cortisol aumentan durante mucho tiempo, podemos sufrir tanto inflamación como deterioro del tejido muscular.
Si corres demasiado tiempo, no respetas los días de descanso y no pierdes peso, puede que haya llegado la hora de bajar el ritmo.
Leer: Si vas a empezar a correr y tienes más de 40, toma nota
