¡Confirmado! El ejercicio previene la depresión

Un estudio confirma que las personas que practican una actividad física regular tienen un 40 por ciento menos de riesgo de depresión. Te contamos por qué se produce este beneficio y cómo debe ser el ejercicio para que te haga sentir mejor

Por Nuria Safont

Sabíamos que practicar algún deporte de forma regular tiene múltiples beneficios para nuestra salud física. Ahora se confirma un motivo más para no dejar de ir al gimnasio o practicar algún ejercicio en casa: también previene la depresión. Así lo han puesto de manifiesto un grupo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Hospital Universitario San Cecilio de la misma ciudad. Los expertos han visto que aquellas personas que realizan una actividad de forma regular tienen un 40 por ciento menos de riesgo de sufrir depresión que las personas sedentarias.

“El efecto protector es más alto cuanto mayor es la regularidad y la intensidad”, afirma el catedrático en Psiquiatría de la UGR, el doctor Jorge Cervilla. Y es que, al ejercitar el cuerpo se ponen en marcha unos mecanismos en nuestro organismo que estimulan la producción de proteínas que reparan neuronas, regulan los niveles de dopamina y serotonina y estimulan la producción de endorfinas. Se sospecha que el déficit de estas sustancias está asociado a la depresión, un mal que aqueja a un elevado porcentaje de la población (aproximadamente, entre un 10 y un 15 por ciento la sufre). 

La depresión es un trastorno del estado del ánimo en el que éste se encuentra anormalmente bajo, existe una pérdida de interés o placer en casi todas las cosas, tristeza e irritabilidad. Tristeza o melancolía no son sinónimos de depresión, ya que estos son inherentes a la experiencia humana. Sin embargo, aunque la tristeza es un sentimiento normal, puede llegar a ser patológica en función de su duración, intensidad y grado de interferencia en la conducta y la vida cotidiana de la persona. Encontrar trucos que nos ayuden a gestionar estos sentimientos alejarán la sombra de la depresión. Y el ejercicio, junto a otros hábitos, es uno de ellos. 

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Cómo debe ser el ejercicio

Para que el ejercicio sea beneficioso se debe practicar, como decíamos, de forma regular. “La mayoría de los beneficios pueden lograrse con un mínimo diario de 30-45 minutos de actividad física moderada como, por ejemplo, caminar, correr, montar en bicicleta, bailar o simplemente jugar”, señala Juan Carlos Segovia, especialista en Medicina Deportiva. Cuanto más se ejercite el cuerpo mayor será la mejoría. Aunque todo tiene sus límites. Un exceso (más de una hora diaria de actividad intensa) puede ser perjudicial para la salud.

Asimismo, para evitar lesiones y aprovechar al máximo los beneficios del deporte, a la actividad física debe precederle unos diez minutos de estiramientos para que el cuerpo se vaya calentando. Posteriormente, podemos intensificar el ejercicio durante al menos 20 minutos. Por último, debemos hacer ejercicios de enfriamiento y vuelta a la calma. De este modo se consigue cumplir con el objetivo de la práctica de una actividad física: obtener la máxima movilidad, conseguir una capacidad física idónea y lograr un mayor bienestar anímico.

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Otros trucos para subir el ánimo

Además de hacer ejercicio, hay otras maneras de mejorar el ánimo. Son ejemplos sencillos que podemos poner en práctica en nuestro día a día:

Busca tu rutina. Mantener un horario regular, en el que te acuestes y te levantes a la misma hora, incluso los fines de semana, te ayudará a dormir mejor, descansar y levantarte con el ánimo más alto.

Date un paseo hasta la oficina. La luz natural es esencial para nuestro organismo y tiene efectos saludables en nuestro bienestar mental. Los expertos recomiendan exponerse a al menos dos horas al día. La luz de la mañana es la que más efectos antidepresivos tiene, además de tener menos radiación.

Vida sana. Intenta, en la medida de lo posible, llevar una vida sana, en contacto con la naturaleza, que ha demostrado relajar la mente, consumir productos naturales y evitar sustancias nocivas como el tabaco y el alcohol

Medita. Reduce la presión arterial, los niveles de cortisol en sangre y el estrés. Según los estudios, con ocho semanas de práctica ya se producen cambios positivos en el cerebro.

Date un capricho. Escucha música, sal con tus amigas, regálate un masaje. Cuidarse también ayuda a la liberación de serotonina, endorfinas, dopamina, como decíamos, sustancias responsables del bienestar.

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