¿Es la pasta shirataki una alternativa sin calorías?

Una pasta con efecto saciante que no aporta calorías puede ser el sueño de quienes persiguen una dieta que no les prive de un buen plato de pasta, pero ¿son reales estos beneficios?

Por Cristina Soria

La última tendencia en alimentación es incluir pasta shirataki en todo tipo de platos, desde noodles hasta ensaladas. Son unos fideos muy finos, de un tono blanquecino casi transparente, que se cocinan en un periquete y que prometen ser la versión sin calorías de otras pastas.

El secreto del shirataki es que está compuesto en un 40% por glucomanano, en lugar de trigo, arroz o cualquier otro cereal. Y pese a este nombre químico, su procedencia es de origen vegetal. El shirataki procede de una planta llamada konjac, que suena mejor que su nombre popular: lengua del diablo.

Esta planta de la que procede solo se cultiva en Asia, concretamente en Corea, China y Japón, y dado que es rica en almidón se considera un sustituto de otro tipo de gelatinas, aunque también se utiliza para dar textura a mermeladas y para hacer harinas. Una de sus virtudes es que aporta textura, pero no sabor.

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Saciante, pero no nutritiva

Es cierto que la pasta shirataki proveniente de la planta konjac no tiene calorías, y es rica en fibra con un alto efecto saciante, que puede llegar a absorber más de 50 veces su propio peso en agua.

De esta manera, la pasta shirataki es saciante, porque una vez hidratada está formada por hasta un 90% de agua, y al entrar en nuestro organismo y llegar al estómago se hincha aún más, consiguiendo una sensación de saciedad a cambio de cero calorías.

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De esta manera, la EFSA, que es la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria, ha determinado que este glucomanano no es perjudicial para la salud, y que está especialmente indicado para dietas de adultos con sobrepeso, por ser un ingrediente natural que sacia sin aportar calorías.

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Eso sí, es muy importante consumirla bien hecha, es decir: hidratada. Porque estos fideos son devoradores de agua, absorben líquidos hasta que colapsan, y si no están bien hidratados cuando los ingerimos, lo primero que harán al entrar en nuestro organismo es buscar esa hidratación. Por lo que puede producir una difícil digestión y extreñimiento en el caso de no haberlos dejado cocer en agua abundante. Por suerte, una vez que están en la cazuela, basta con unos minutos para que estén listos.

Buena para el colesterol pero no suficiente

Además, la EFSA también ha certificado que estos fideos saciantes tienen otro beneficio para la salud, y es que el glucomanano es un alimento natural para la flora y los microorganismos intestinales, y consigue un efecto prebiótico que beneficia a nuestra salud, concretamente ayudando a mantener los niveles óptimos de colesterol.

El problema de esta pasta es que no aporta nutrientes ni sabor, y si la incorporamos en nuestra dieta debe ser con moderación, porque pese a su efecto saciante y beneficioso para el colesterol, existen otras alternativas en el mercado que, además, aportan nutrientes y resultan más baratas. Porque 100 gramos de shirataki puede llegar a costar 10 euros.

Además, dado que resulta insípida, es bastante razonable que necesites aderezarla con alguna salsa. Y es ahí donde más cuidado debes tener, si la saciedad es lo que te motiva a consumir esta pasta, puede que la salsa que estés añadiendo tenga todas las calorías y sales que pretendías evitar con la pasta.

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