Cómo dejar atrás el estrés

Por hola.com

Todos sufrimos estrés en mayor o menor medida a lo largo de nuestra vida; pero los últimos estudios apuntan a que las mujeres estamos más expuestas a sufrir este mal tan extendido en las sociedades modernas. ¿Por qué? Conceiçao Espada, experta en gestión del estrés que coordina actualmente el Departament Mind & Body en el SHA Wellnes Clinic de Alicante y autora del libro ‘Estoy extresada’ (La Esfera de los Libros), señala el rol de las mujeres hoy día como factor principal: el reto de conciliar el papel de madre y trabajadora, competir con los hombres profesionalmente, tener que estar siempre atractiva… Pero, ¿cómo acabar con ese lastre que arrastramos? La experta nos cuenta algunas herramientas que nos ayudarán a gestionar y poner en marcha algunos ejercicios para combatir este problema.

- Primer paso: reconocer que sufrimos estrés. Sabrás que estás pasando por un momento especialmente estresante cuando comienzas a tener síntomas físicos y/o emocionales que no son habituales en ti y que afecta a nuestro equilibrio. Síntomas como empezar a dormir mal, a sentir fatiga constante, comer más (o menos), sentirnos más irritados, con menos energía, con dificultad para relacionarnos, cierta impaciencia, falta de autoestima, ansiedad o ataques de pánico, más necesidad de beber alcohol o fumar. Estos son algunos de los síntomas que hacen saltar la alarma que estamos con niveles de estrés elevados.

- Trabaja tu autoestima. No debemos intentar hacer todo de una forma perfeccionista ni querer igualar a los hombres. Tenemos que tener tiempo para nosotras, sin sentirnos culpables. La autoestima y el estrés están conectados: cuando se tiene mucho estrés, la autoestima baja. Hay que encontrar un equilibrio en nuestras vidas, es esa la clave.

- Lee: ¿Cómo desarrollar la autoestima?


- Cómo evitar el estrés de ser madre y querer llegar a todo. Dependiendo de la etapa de vida y de la edad de los hijos, hay que saber compatibilizar el rol de madre con nuestra propia identidad como mujer. Cuanto más calmada es la madre, más tranquilos son los hijos. De otra manera, vamos a estar criando hijos con niveles de estrés altísimos desde bien temprano.


- Examina tu relación de pareja. La pareja puede llegar a ser uno de los mayores focos de estrés, principalmente, si la relación de pareja no es equilibrada y tranquila desde un punto de vista emocional. El equilibrio de la vida emocional y de pareja es fundamental. Si no existe ese equilibrio y estabilidad, nos encontramos con un enorme factor de estrés emocional, muchas veces difícil de gestionar.

- Lee: Claves para mejorar tu relación de pareja


- ¡Duerme al menos 8 horas diarias! El descanso y el desarrollo personal son lo más importante, no para evitar el estrés (porque todos tenemos estrés), pero sí para gestionar y evitar picos de estrés demasiado elevados.

- Lee: Cómo dormir bien para recargar cuerpo y mente


- Aprende a meditar. La meditación es como una higiene mental, una forma de desintoxicar nuestros pensamientos. Es fundamental meditar para calmar la mente, estar más tranquilas emocionalmente y más positivas. Lograremos tener otra perspectiva de la vida, más equilibrada, que nos hará disfrutar y “escuchar” el silencio.

- Lee: 'Mindfulness' para principiantes: cómo empezar a meditar


- Practica algún ejercicio que te ayude a reducir el estrés. Dependiendo del arquetipo de estrés de cada mujer, se buscan distintos ejercicios. Pero, de una forma general, los que más van a ayudarnos son la respiración consciente, la meditación, el Chi Kung, el Yoga y otras actividades que fomenten la creatividad (como colorear mandalas).

- Lee: 8 'apps' para relajarse, meditar y evitar el estrés


- Si el foco de estrés es el trabajo… Hay ejercicios de respiración consciente que puedes practicar en el trabajo, y que ayudan a que durante el día haya momentos de pausa y desconexión. Intenta tener tiempo para ti misma y para descansar. No te identifiques demasiado -emocionalmente- con el trabajo, e intentar que las otras áreas de tu vida estén en equilibrio. Lleva una alimentación saludable e intentar desconectar del móvil.

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