Natalia Verbeke: “Me negué a pasar por una cabina de rayos UVA para interpretar un papel”

Natalia Verbeke todavía no ha retomado sus proyectos en el mundo de la interpretación. Ha decidido hacer un parón en su carrera para disfrutar de su primera hija. No obstante, no ha querido dejar pasar la oportunidad de ayudar a concienciar sobre hábitos de fotoprotección saludables para prevenir el cáncer de piel

Por hola.com

Jared Leto tuvo que engordar treinta kilos para interpretar al asesino de John Lennon en la película Chapter 27. Demi Moore se sometió a extenuantes sesiones de ejercicio y se afeitó la cabeza para protagonizar La teniente O'Neil. Y Rooney Mara no lo dudó dos veces para perforarse el labio, la ceja y un pezón para convertirse en Lisbeth Salander en la adaptación cinematográfica del libro Los hombres que no amaban a las mujeres. Ellos son algunos de los actores que se han atrevido a someterse a impactantes cambios psicológicos y a transformaciones físicas extremas para dar vida a un personaje de cine o de televisión.

Y lo han hecho incluso siendo conscientes de las graves secuelas que podrían arrastrar a nivel de salud. Jared Leto, por ejemplo, llegó a reconocer que el papel de Mark Chapman le produjo serios problemas de salud: “Me dio gota y me subió tanto el colesterol en tan poco tiempo que los médicos querían recetarle Lipitor, un remedio para ancianos”.

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Sin embargo, no todos los actores son partidarios de poner en riesgo su salud por exigencias del guion. Natalia Verbeke, por ejemplo, se negó a comprometer su salud cuando le pidieron que se sometiera a varias sesiones de rayos UVA para adquirir un color de piel más morena y así poder meterse en el personaje de la bailarina cubana a la que interpretó en Arritmia. “Nunca me he dado sesiones de rayos UVA porque soy consciente del tremendo daño que provocan en la piel; de hecho, me negué rotundamente a pasar por una de estas cabinas de bronceado cuando me lo sugirieron para rodar la película en la que tenía que interpretar a una cubana”, reconoce la propia actriz en declaraciones exclusivas a Hola.com.

El secreto de Natalia Verbeke para adquirir un bronceado bonito y sin riesgos

Consciente de los daños que pueden ocasionar las cabinas de rayos UVA en la piel y ante la necesidad de adquirir un tono de piel lo más real posible para parecer una ciudadana cubana, Natalia Verbeke recurrió entonces al bronceado con caña de azúcar o DHA (dihidroxiacetona). Según los dermatólogos, este sistema permite adquirir el tono de bronceado deseado sin exponerse a las indeseables contraindicaciones y a los devastadores efectos secundarios que pueden aparecer en la piel tras someterse a los tratamientos de rayos UVA.

No obstante, la DHA no activa la producción de melanina, por lo que no protege contra la radiación solar. Natalia Verbeke insiste en ello y advierte de la necesidad de adquirir hábitos saludables de protección solar para prevenir lesiones cutáneas graves: “Si un hábito tan simple y fácil como utilizar fotoprotector solar lo incorporamos a nuestra vida desde que somos pequeños, podríamos prevenir muchos casos de cáncer de piel”.

Natalia Verbeke, madrina de una campaña de protección solar para la infancia

Natalia Verbeke, que hace 4 meses se convirtió en madre primeriza, incide en la importancia de concienciar a la población desde edades tempranas, sobre todo, utilizando material que sea atractivo y comprensible para ellos: “Se ha demostrado que los mensajes centrados en meter miedo y en dramatizar el cáncer de piel no funcionan con los niños, por lo que la estrategia debería ir por apostar por iniciativas que ellos entiendan y, a la vez, les resulten divertidas”. Tal es el caso de la edición de este año de la campaña “Hazte Skinchecker”, promovida por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGOF) y la marca dermatológica La Roche-Posay.

En el marco de esta campaña, un autobús con actividades didácticas y charlas formativas recorrerá 32 ciudades de la geografía española formando a 10.000 niños de más de 130 colegios y asociaciones de ayuda a la infancia. El interior del autobús cuenta con material didáctico para aprender el método ABCDE, un decálogo sobre buenas prácticas en fotoprotección, una prueba para identificar lunares sospechosos y un test para valorar el riesgo solar personal en función del fototipo. Además, el autobús cuenta con un aparato de diagnóstico de la piel, para que cada persona pueda visualizar sus manchas en las capas más profundas de la misma, imperceptibles a simple vista.

La desinformación, la principal lacra del cáncer de piel

Natalia Verbeke lamenta que, aunque España se encuentre por encima de la media en el uso de protección solar, exista todavía tanta desinformación sobre el cáncer de piel: “Tengo la sensación de que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer para prevenir los daños solares en la piel, pero luego te das cuenta de que no ponen la teoría en práctica: en invierno no usan fotoprotección, cuando se bañan no vuelven a aplicársela o se la ponen por la mañana y se pasan todo el día en la playa sin repetir la aplicación”.

Ante esta situación, llama a la reflexión sobre los riesgos de sufrir melanoma: “Me parece durísimo que si un niño llega a los 20 años teniendo cinco quemaduras, el riesgo de tener un melanoma ascienda a un 80%”. En este sentido, apunta que no solo basta con aprender las pautas preventivas de protección solar, sino que hay que habituarse a ellas: “Como el que se lava los dientes después de cada comida, ya sea invierno o verano, también debemos aplicarnos el protector solar y adquirir otros hábitos que no pongan en riesgo nuestra piel”.