Lo último, la personalización total
Queda claro que la oferta entre la que elegir no solo es amplia, sino también (y cada vez más) diversa. Y que, pese a que la tendencia a la personalización se traduce aquí en una mayor variedad de materiales, colores, tipos de instalación y diseños adecuados a las necesidades de cada usuario, tampoco los fregaderos son ajenos a las modas.
Una de las tendencias más claras desde el punto de vista decorativo pasa, como hemos visto, por los fregaderos más allá del blanco, con el beige y el negro como alternativas protagonistas.
Mención aparte merecen, igualmente, los modelos de acero inoxidable con tratamiento PVD (como el de la fotografía, de Smeg), cuyo característico acabado es el resultado de una deposición de metal en la superficie, que puede ser cobre, titanio, latón, etc. El resultado son fregaderos en atractivas tonalidades metálicas que los convierten en un elemento de diseño que puede coordinarse con griferías a juego, así como ir coordinados con accesorios o lámparas.
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