Una buena pauta de riego
El anturio prefiere un riego regular, aunque moderado. La rutina se puede establecer de esta manera: un par de veces por semana en verano, y solamente una en otoño y en invierno.
Sin embargo, la mejor manera de saber cuándo has de regar tu anturio es tocar el sustrato para comprobar si está húmedo o seco. Riégalo solo en este último caso.
Lo mejor para esta planta es proporcionarle un agua blanda, con poca cal. Puedes optar por regar con agua destilada, o dejarla reposar una noche.
Otro aspecto importante a la hora de cultivar el anturio es la humedad ambiental, que debe ser alta. Para lograrlo es buena idea pulverizar sus hojas varias veces al día, sobre todo en época de mucho calor.
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