Esta reforma de un piso situado en un barrio histórico de Bilbao lo cambia todo

El piso de siempre, ubicado en un barrio histórico de Bilbao, pero actualizado tras una reforma integral que lo cambia todo. La historia que hay detrás de esta vivienda y proyecto es la de un matrimonio a las puertas de la jubilación, con un hijo independizado que vive fuera; pero que visita algún fin de semana a sus padres.

El salón antes de la reforma

¡Ni la sombra de lo que es ahora! El proyecto, la reforma y el estilismo que ha llevado a cabo el estudio Sube Interiorismo (https://subeinteriorismo.com) en esta casa la ha convertido en algo totalmente diferente, hasta tal punto, que no guarda ningún parecido con lo que se aprecia en esta imagen. Mucha más luz, un estilo renovados, espacios comunicados que amplían visualmente los metros, mobiliario acorde con el cambio…

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Después de la intervención del estudio de interiorismo…

Un salón que comparte espacio con la cocina. El sofá se ubica en paralelo con la isla y mira hacia la composición a medida de la pared principal del estar, la que acoge los audiovisuales y espacio de almacenaje cerrado y abierto. "La familia propietaria dudó si cambiar de vivienda a una zona más céntrica antes de emprender el proyecto. Finalmente optaron por quedarse en su barrio de siempre. Les pareció que reformar su vivienda y adaptarla a sus nuevas circunstancias iba a ser más cómodo que buscar una obra nueva y adaptarse de nuevo a lo que el mercado ofrece", explican desde Sube Interiorismo.

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70 metros cuadrados bien aprovechados

Había que sacar partido al espacio. Este piso de 70 metros cuadrados se ha redistribuido. "Todo se ha proyectado para que sea cómodo y que la casa quede recogida, práctica, agradable y con mucho almacenaje", indican los encargados del proyecto. Este es el comedor, ubicado en un retranqueo de la planta, situación que propicia la elección de una mesa circular que no "encajone" los muebles. Un aparador a medida soluciona el almacenaje.

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Ambientes que se comunican para ganar sensación de espacio

La casa está pensada para la convivencia de una pareja. Los espacios integrados hacen que la sensación de espacio sea mayor, por lo que en viviendas de pocos metros -como esta- es una buena opción. "Al unir la cocina con el salón hemos aportado cercanía entre los convivientes. Pero también, a su vez, se han dedicado espacios en la habitación principal para sentirse más independientes en el momento en que se desee", explican desde Sube Interiorismo. Esta imagen muestra el protagonismo que se ha dado a la cocina, integrándola en el salón-comedor.

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Una cocina cerrada en blanco y negro

En buen estado pero estéticamente desactualizada. La cocina antes de la reforma era un espacio cerrado con muebles tradicionales que no llegan al techo (se desaprovecha almacenaje), electrodomésticos vistos y una combinación en blanco y negro que resulta demasiado fría y dura.

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Cocina abierta en dos frentes paralelos

Después de la intervención de Sube Interiorismo, la cocina se transforma por completo, no solo porque se abre, sino porque se actualiza con mobiliario limpio de frentes lisos en un color cálido y luminoso, pero que huye del blanco. Los tiradores en negro actualizan el conjunto con un diseño atemporal. El gran módulo en península acoge placa (con campana extractora empotrada en el techo) y fregadero, así como muebles y el lavavajillas. El frente con módulos en columna integra el resto de electrodomésticos básicos y aporta almacenaje de suelo a techo. Hay una continuidad con el papel sobre este frente, que se prolonga en la pared del salón y del comedor. "Estéticamente se ha decorado una vivienda clásica con toques más actuales, materializados en las líneas estilizadas de los muebles, el uso del negro en detalles como herrajes e iluminación o el hormigón visto en una viga", matizan.

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Una estética tradicional para los dormitorios

Antes de la reforma, los dos dormitorios se sentían como anclados en un tiempo pasado por su decoración, tanto por los frentes de armarios, como por los muebles y accesorios escogidos. ¡Era necesario dar un giro total! La nueva distribución y concepción del espacio logró el cambio. Es lo bueno de trabajar un proyecto desde cero hasta su entrega final. Todo encaja.

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El nuevo dormitorio principal

Si bien en toda la vivienda se ha buscado el no sobrecargar de detalles superfluos la decoración para tener una mayor sensación de relax, en el dormitorio resultaba crucial potenciar la calma. Nada mejor que los tonos tierra y el azul lavado para lograrlo. Aquí se aprecia el dormitorio corrido tapizado que da unidad al frente principal con cama y mesitas de noche, y una zona de lectura al pie.

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Habitación bien planificada para el descanso y el trabajo puntual

"Desde el punto de vista estético y lo que hace diferente a esta vivienda es el diseño de carpintería de líneas clásicas estilizadas, combinadas con herrajes en negro. También se han buscado luminarias diferentes a las empleadas habitualmente para enfatizar esta idea de estilo clásico no clásico", concluyen los decoradores del estudio. Ambos elementos se ven en esta estancia, el segundo dormitorio, la del hijo de la pareja propietaria, donde también se ha proyectado un espacio para teletrabajar durante los días de visita familiar, así como una cama nido para que la visita pueda ser doble.

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Un baño con fuertes contrastes de colores

El nuevo concepto de baño sigue los estándares de estilo del estudio Sube Interiorismo para hacerlo más cálido y confortable sin perder esa esencia tradicional. Aquí se ve la zona de la ducha con colores contrastados, que se quedan de lado tras la reforma.

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Mueble a medida para el frente del lavabo

Papel pintado, madera, pintura, azulejos de gran formato, todo tiene cabida en el diseño del baño de la vivienda con un frente de lavabo con mucha capacidad. El mueble a medida se proyecta de lado a lado, encajando entre la ducha y la pared. Aquí están presentes de nuevo las pinceladas en color negro a través de los tiradores, la moldura del espejo y los apliques laterales.

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La zona de la ducha

Una cabina diseñada con plato y revestimientos en color blanco y una cuidada iluminación ambiental para disfrutar de una ducha relajante, sin prisas, en la que la luz acompaña. Una tira led se sitúa en el encuentro de la pared más larga con el techo. El murete facilita el apoyo del mueble del lavabo en el lado de la ducha, y se completa con un panel fijo de vidrio a medida para no restar profundidad ni amplitud al baño.

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