El mobiliario ‘crece’
En el caso de la isla, la altura puede (y suele) ser mayor que el resto del mobiliario bajo, mientras que las penínsulas mantienen la misma altura del resto de los módulos anexos, para que el diseño de la cocina esté en equilibrio.
Hay que tener que en los últimos tiempos la altura de los muebles bajos ha ido incrementando, acorde con la estatura media de los usuarios que también es cada vez mayor. Ana nos ofrece estos datos: hace años, se consideraba una buena altura ergonómica que los planos de trabajo (vitrocerámica y fregadero) estuviesen a 85 cm del suelo, sin embargo, las nuevas generaciones y sus características de altura, han hecho que esta altura haya cambiado y se recomiende una altura de entre 91 y 95 cm.
En la imagen, una reforma firmada por Susanna Cots donde de la isla sale la mesa del comedor, diseñada con madera de roble. La patas de se ha diseñado en forma de estantería para acompañar el rincón de lectura contiguo.
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