Contar con una arquitectura que ofrece en una vivienda un techo de altura excepcional es una ventaja. El espacio se amplía, es más sencillo que se sienta luminoso y la decoración luce. Entonces, el techo es protagonista. Pero, también puede tratarse de una característica que aporte frialdad al ambiente si no se sabe trabajar con ella. ¿Sabes sacar partido a un techo alto?
Altillos para crear un nuevo ambiente
La altura convencional de los techos en las viviendas no debe ser menos de 2,40 metros. Es la altura que se respeta en las construcciones o cuando hay que bajar los techos para crear un falso techo, por ejemplo, con el que igualar e instalar puntos de luz. Todo lo que sobrepase esa medida, puede ser considerado un techo alto. Los de 3 metros y 3,30 metros ya son excepcionalmente altos.
En viviendas con techos muy altos, de entre 3 y 4 metros, se puede aprovechar para crear un ambiente a lo alto, a modo de altillo. Según distancias, este puede tener una altura desde el nuevo suelo de entre 1,20 y 1,90 metros. Allí puedes crear un dormitorio, una zona de relax o juegos, un espacio para trabajar o almacenar… Esta propuesta con doble altura es del estudio de arquitectura e interiorismo Egue y Seta.
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