Durante estos meses, nuestra vivienda ha sido nuestro refugio, nuestro restaurante preferido y la sala de cine más cómoda del mundo, pero después de limpiarla, ordenarla y arreglar los pequeños desperfectos, necesitamos renovar la decoración, para recuperar la ilusión y volvernos a enamorar de ella. No se trata de una reforma integral de las estancias ni siquiera de cambiar el estilo del salón (¿por qué, si es el tuyo?) sino de ser efectiva y simplemente con cambios exprés conseguir grandes resultados ‘deco’, que potencien sus virtudes y mejoren su practicidad.
Cambiar los muebles de sitio
Los colocaste de esa manera porque así lo tenía tu vecina, lo viste en el piso piloto o sencillamente no había otra forma. Sin embargo, según van pasando los meses (y los años) te das cuenta de que algo no encaja. ¡Pon remedio! Prueba a mover primero las piezas secundarias y si sigue sin funcionar, atrévete con las principales. Recuerda que el sofá no siempre tiene que estar pegado a una pared y que la cama se encuentra cómoda, incluso más, alejada de la ventana. Aprovecha el momento para deshacerte de esa pieza que nunca te gustó: tú eres la que manda.
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