Ubicada en Morelia (México), en un terreno de 7.500 metros cuadrados y construida en acero y hormigón, este complejo proyecto arquitectónico tenía que aliarse con el entorno (rocas inmensas de hasta 30 metros de altura). Para lograrlo se crearon dos niveles sobre la piedra y se suspendió un tercero sobre un muro-columna. El resultado visual simula el efecto de una casa que flota en el aire.
Esta conexión con el entorno se establece también con el jardín y la piscina (‘infinity pool’, por supuesto), ya que las barreras interior-exterior se difuminan hasta casi desaparecer. En la zona de estar al aire libre destaca el sofá modular Faz de Ramón Esteve para Vondom. Una elección muy en la línea ‘eco’ de todo el proyecto, ya que está realizado en material 100% reciclable.