Los más golosos van disfrutar como niños con esta tarta que nos enseña a preparar el popular chef Karlos Arguiñano (incluida en su recién publicado libro 'Cocina de 10 con Karlos Arguiñano'). Una receta donde el dulce de leche es el ingrediente estrella y que ni siquiera necesita horno para su elaboración. Eso sí, si te animas a hacerla, deberás tener algo de previsión ya que requiere -mínimo- 4 horas de nevera.
La base
- 150 g de Galletas
- 80 g de Mantequilla
El relleno
- 400 g de Dulce de leche
- 200 ml de Nata
- 4 Hojas de gelatina
- 200 g de Queso cremoso
Decorar
- Almendras picadas
- Menta (hojas)
LA BASE
-
1.
Trocea y tritura las galletas y ponlas en un bol.
-
2.
Funde la mantequilla (calentándola en el microondas o en el fuego) y agrégala al bol.
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3.
Mezcla las galletas con la mantequilla hasta conseguir una masa compacta.
-
4.
Extiéndela en un molde de fondo desmontable y presiónala para formar la base. Introduce el molde en el frigorífico hasta que la masa se endurezca un poco.
-
1.
Calienta en un cazo la mitad de la nata (reserva el resto) con las hojas de gelatina (previamente hidratadas en agua fría) hasta que la gelatina se disuelva.
-
2.
Pon el queso en un bol grande y añade la nata reservada anteriormente, el dulce de leche y la nata con gelatina.
-
3.
Bate los ingredientes con una batidora de varillas eléctrica hasta que monten un poco.
-
4.
Vierte la mezcla en el molde con la base de galleta. Tapa la tarta con film transparente e introdúcela en el frigorífico hasta que se solidifique (mínimo durante 4 horas, pero mejor si se deja de un día para otro).
-
1.
Retira la tarta del frigorífico, pasa una puntilla por el contorno y desmóldala. Decórala con la almendra picada y las hojas de menta. Córtala en porciones y sirve.
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