Esta preparación a base de patata, queso y nata te servirá tanto como un entrante o primer plato, pero también como guarnición para acompañar otras elaboraciones de carne y pescado. Es súper fácil de hacer ¡y está de muerte!
- 1 kilogramo de Patatas
- 200 g de Queso rallado
- 1 diente de Ajo
- 150 ml de Leche
- 250 ml de Nata para cocinar
- 60 g de Mantequilla
- Nuez moscada
- Sal
- Pimienta
-
1.
Calentamos la leche con la nuez moscada en una cazuela y retiramos del fuego al primer hervor.
-
2.
Pelamos las patatas, lavamos, secamos y cortamos en láminas de 3 o 4 mm de grosor.
-
3.
Precalentamos el horno a 160º.
-
4.
Pelamos el diente de ajo, cortarmos por la mitad y frotamos las paredes y la base de una fuente de horno.
-
5.
Engrasamos después con 20 gramos de mantequilla y colocamos en el fondo una capa de láminas de patata.
-
6.
Echamos un poco de nata, salpimentamos y añadimos un poco de queso rallado.
-
7.
Repetimos la operación rellenando por capas la fuente hasta agotar las patatas y bañamos con la leche y la nata restante.
-
8.
Añadimos el resto de la mantequilla trocada por encima y metemos al horno a 160º durante 1 hora.
-
9.
Subirmos la temperatura del horno a 180º y horneamos 10 minutos más.
-
10.
Sacamos con cuidado, llevamos bien caliente a la mesa la fuente de patatas a la mesa y servimos al momento en los platos.
Más recetas de
LÁCTEOS:
Últimas recetas: