Este aperitivo es perfecto para empezar cualquier celebración. La mezcla del salmón ahumado y remolacha servida en el blini es deliciosa. Y tiene la ventaja de que lo puedes tener preparado con antelación. Estamos ante un básico de la cocina rusa y otros países eslavos y suelen emplearse como base para canapés de todo tipo. Su textura esponjosa y suave es ideal con ahumados, encurtidos y el toque ácido del yogur o crème fraîche.
- 300 g de Salmón ahumado en lonchas
- 100 g de Remolacha cocida
- 150 g de Crême fraîche
- 2 cs de Mostaza a la antigua
- Eneldo para decorar
- Sal
- Pimienta negra
Para los blinis
- 300 g de Harina de trigo
- 6 g de Levadura de panadería seca
- 600 ml de Leche a temperatura ambiente
- 50 g de Mantequilla en pomada
- 30 g de Azúcar blanca
- 2 ud de Huevos
- 1 pizcas de Sal
PARA LA MASA DE LOS BLINIS
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1.
Ponemos en un bol grande la harina, la levadura y la leche. Mezclamos bien, cubrimos con un paño o film y dejamos reposar cubierto (aproximadamente 2 horas) hasta que doble su volumen.
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2.
Una vez fermentada la masa, añadimos la sal y el azúcar y mezclamos bien.
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3.
Separamos las claras de las yemas de los huevos y reservamos las claras.
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4.
Añadimos al bol las yemas, la mantequilla y amasamos bien.
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5.
Montamos las claras e incorporarlas con movimientos envolventes.
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6.
Cubrimos y dejamos reposar en frío toda la noche hasta que la masa doble su volumen.
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7.
En una sartén antiadherente, calentamos un poco de mantequilla y colocamos pequeñas cucharadas de masa separadas entre ellas.
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8.
Dejamos cocer unos segundos y cuando la masa empiece a burbujear, damos la vuelta con ayuda de una espátula. Repetimos la operación hasta que se acabe la masa. Apilamos los blinis cubiertos por un paño y reservamos.
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9.
Por último, picamos la remolacha en trozos muy pequeños.
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1.
Montamos los blinis, poniendo una cucharada de remolacha encima de una pequeña loncha de salmón.
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2.
Por último, decoramos con una ramita de eneldo.
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