Este clásico plato de la cocina italiana nos trae muchos recuerdos a nuestras madres, es un plato de esos que reúne a toda la familia en la mesa, que se come directamente de la bandeja recién sacada del horno y que nos da felicidad. Porque hace las delicias de los más pequeños y triunfa entre los grandes. Es perfecta, además, para preparar en cantidades, congelar y llevar al trabajo o al cole. El relleno puede ser de casi cualquier cosa pero, nosotros, nos hemos decantado por la clásica lasaña de carne. Una receta fácil y deliciosa para tomar en familia. Además es una receta bastante económica y cunde mucho. Anímate a prepararla en casa y estamos seguro que se convertirá en una de tus recetas favoritas y encima es perfecta como primer o segundo plato, o como plato único para la cena. Dos consejos: El primero, cuando vayas a cortar la lasaña para servirla, espera a que se enfríe un poco y se asiente, así te será más fácil cortarla y no se desmoronará; el segundo, cuanto mayor calidad tenga la carne y los tomates que utilices para prepararla mejor será tu lasaña. ¿Mangiamo?
- 200 g de Láminas de lasaña
- 400 g de Carne picada mitad cerdo y mitad ternera
- 1 ud de Cebolla
- 1 ud de Zanahoria
- 1 vasos de Vino blanco
- 4 ud de Tomates maduros
- 25 g de Mantequilla
- 70 g de Queso parmesano rallado
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta blanca molida
- 150 g de Champiñones laminado
- Albahaca fresca
- 0.75 l de Leche
- 40 g de Mantequilla
- 40 g de Harina
- 1 pizca de Nuez moscada molida
- Sal
-
1.
En una sartén, sofríe en un poco de aceite de oliva la cebolla y la zanahoria peladas y cortadas en dados bien pequeños.
-
2.
Pela el tomate y córtalo en dados pequeño y añádelo a la sartén. Salpimenta y deja unos 20 minutos a fuego medio-bajo, hasta que esté en su punto. Remueve de vez en cuando para que todos los sabores se integren y no se te pegue en el fondo de la sartén.
-
3.
Incorpora ahora los champiñones laminados y los salteamos con la carne. Puedes añadirlos bien picados por si a alguien de la familia no les gusta verlos, que suele pasar, pero sí dejarán su rico sabor.
-
4.
En una olla con agua hirviendo y sal, introduce las placas de pasta y dejarlas hervir el tiempo que indique el fabricante, removiendo de vez en cuando. Si es pasta precocida, unos 10 minutos en agua caliente bastarán. Escurrir y ponerlas separa- das unas de otras sobre un paño para que pierdan todo el agua. Incluso ahora mismo puedes encontrar pasta para lasaña que no necesita ni cocer ni remojar y que se coloca directamente en la bandeja en capas y al cocerse en el horno se cocina.
-
5.
En otra sartén, prepara la bechamel, para ello pon la mantequilla en una sartén y cuando se haya derretido añade la harina y remueve para que no se formen grumos. Recuerda que tienes que poner la misma cantidad de mantequilla que de harina. Agrega la leche poco a poco y remueve sin parar hasta espesar. Salpimenta y añade una pizca de nuez moscada, si es recién rallada, mejor.
-
6.
Precalienta el horno a 200 grados centígrados. Cuando la bechamel esté a punto, unta una fuente de horno con un poco de mantequilla y dispón un par de cucharadas de bechamel en el fondo y una base de pasta. Encima, poner una capa de carne y, sobre ella, un poco de bechamel. Así sucesivamente, hasta acabar con pasta cubierta con bechamel.
-
7.
Cuando esté dorada la cebolla, añade la carne, remueve bien y cocina hasta que esté bien dorada también. Añadir el vasito de vino y dejar evaporar.
-
8.
Espolvorea con queso Parmesano rallado y cocina en el horno unos 20 minutos a 180ºC. Finalmente, gratina y sirve caliente.
-
9.
Puedes darle un toque de color y frescor si en los últimos minutos de horno añades por encima un poco de albahaca fresca recién picada.