Tanto el tomate como el pepino son frutas pese a que tienen la consideración de verduras u hortalizas. Ambos están llenos de nutrientes, vitaminas, agua y fibra. Son ideales para tomar en crudo, pero no los desechamos en multitud de elaboraciones. Aquí te proponemos una especie de milhojas en el que vamos a ir haciendo capas de salsa de tomate y de rodajas de pepino.
- 1 Kg de Tomates maduros
- 2 ud de Cebolletas
- 3 ud de Pepino
- 1 ud de Dientes de ajo
- 2 cs de Perejil fresco picado
- 1 cc de Azúcar blanca
- 6 cs de Aceite de oliva virgen extra
- 0.5 cc de Salsa Tabasco
- 6 ud de Guindilla frescas para decorar
- Sal
- Pimienta negra
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1.
Haz un corte en forma de cruz con la punta de un cuchillo en la base de los tomates y escalda 15 segundos en agua hirviendo.
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2.
Pásalos a un cuenco con agua helada y pélalos.
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3.
Retira el tallo y las semillas, pica la mitad y corta en láminas el resto.
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4.
Pela y pica el ajo y las cebolletas.
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5.
Calienta la mitad del aceite en una cazuela y dora 2 minutos el ajo picado.
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6.
Añade la cebolleta y rehoga 4 minutos, sin dejar que tome color.
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7.
Incorpora los tomates picados, sazona con sal, azúcar y una pizca de pimienta negra recién molida y rehoga a fuego medio 30 minutos.
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8.
Espolvorea con el perejil picado, añade el tabasco, mezcla y retira del fuego.
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9.
Pela los pepinos, elimina las puntas y cortar en láminas del mismo grosor que los tomates.
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10.
Lava las guindillas, corta en aros 3 y reserva las otras 4 para decorar.
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11.
Lava y seca bien las hojas de ensalada.
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1.
Pon en la base de los platos las hojas de ensalada y, con ayuda de un molde cuadrado de 8 cm de lado, forma una torre alternando las láminas de tomate con la salsa de tomate y las láminas de pepino, culminando con la salsa de tomate y adornando con las guindillas, enteras y en aros.
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