Seguro que nunca habías pensado en introducir pistachos en el merengue clásico... Pues en Oriente es un ingrediente muy común para los reposteros. En esta ocasión, te mostramos cómo hacerlo y te aseguramos que es una muy buena combinación. Si quieres triunfar, tienes (y debes) elaborar esta maravillosa receta. ¡A por ello!
- 4 ud de Claras de huevo
- 200 g de Fresas silvestres
- 125 g de Azúcar blanca
- 100 g de Azúcar glas
- 200 ml de Nata para montar
- 0.5 rama de Vainilla natural
- 4 cs de Pistachos verdes, pelados y picados
- 1 cs de Agua de rosas
- 1 pizca de Cremor tártaro
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1.
Precalienta el horno a 130º.
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2.
Forra 2 bandejas de horno con papel sulfurizado.
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3.
Echa en una ensaladera las claras con el cremor tártaro y batir 30 segundos con varillas.
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4.
Añade el azúcar en 4 veces, batiendo tras cada una hasta obtener un batido denso y lustroso.
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5.
Echa un tercio de este batido en un cuenco con la mitad de los pistachos y el agua de rosas y batir de nuevo.
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6.
Añade al batido anterior mezclando de arriba abajo y espolvoreando con el azúcar glas.
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7.
Dispone 12 o 14 c.s. de la mezcla sobre las bandejas de horno y espolvorea con los pistachos restantes.
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8.
Mete las dos bandejas al horno a 130º durante 45 min. Apaga el horno y deja enfriar en su interior los merengues toda la noche.
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9.
Retirarlas semillas a la vainilla y échalas en un cuenco con la nata. Montar con varillas y reservar.
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10.
Lava las fresitas y partirlas por la mitad.
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1.
Coloca 1 merengue en cada plato, añade 1 c.s. de crema de vainilla y acompañar con las fresitas silvestres.
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