Ácido hialurónico, retinol, péptidos y hasta cócteles de vitaminas. Seguramente ninguno de estos ingredientes cosméticos te resulte nuevo y, muy probablemente, ya los hayas utilizado a través de las diferentes cremas, sérums o incluso el maquillaje que tienes en tu neceser, pero, ¿estás segura de que les sacas el mayor rendimiento? Todos estos principios se han convertido en imprescindibles de la industria de la belleza, que pretende con ellos dar con la fórmula adecuada para combatir los signos de la edad. Y aunque tienen una eficacia científicamente comprobada, no sirven de nada si no eres constante o no los aplicas bien, y ahí es donde se encuentra la gran dificultad.
Es cierto que muchos de estos agentes cosméticos vienen concentrados en el mismo producto en porcentajes muy pequeños, pero hay otros que no se deberían mezclar nunca porque su combinación podría llegar a dañar la dermis.
Por eso, aunque creas que se trata de algo baladí, no hay nada más importante que conocer, gracias a los expertos, qué es lo que estás poniendo en tu rostro y si lo estás haciendo de manera adecuada. Sólo así conseguirás más firmeza, elasticidad y atenuar los signos de la edad de tu piel.
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Ceramidas
Presentes en nuestro cuerpo, estos lípidos intercelulares que se van perdiendo conforme cumplimos años -y con ellos la firmeza del rostro-, están presentes en infinidad de productos cosméticos. Lo mejor es que, además de mejorar la hidratación de la piel y de ayudar a reparar la barrera cutánea, pueden combinarse con infinidad de ingredientes, como por ejemplo, el retinol, los aceites vegetales o la vitamina C.