Lourdes Montes abre el álbum familiar de los Ordóñez

La diseñadora ha encontrado valiosos recuerdos de esta dinastía taurina en la finca rondeña de El Recreo de San Cayetano

Por María Medina

Francisco Rivera y Lourdes Montes pasaron el fin de semana con sus dos hijos en El Recreo de San Cayetano, la casa de Ronda que Antonio Ordóñez dejó a sus herederos tras morir el 19 de diciembre de 1998 por un cáncer de páncreas. Mientras Carmen y Curro jugaban entre olivares, el matrimonio pasaba las horas entre recuerdos familiares. La diseñadora abrió un álbum y compartió con todos sus seguidores dos fotografías muy especiales de una de las dinastías taurinas más importantes del siglo XX.

En una de ellas aparece Carmen Dominguín, madre de Carmen y Belén Ordóñez, el día de su boda con Antonio Ordóñez, celebrada el 19 de octubre de 1953 en la finca Villa-Paz, situada en la localidad conquense de Saelices, en las Casas de Luján. En la imagen, la novia, que era hija de Domingo Dominguín, apoderado de Antonio Ordóñez, camina del brazo de su hermano, el también torero Luis Miguel Dominguín, ante los invitados, que, según las crónicas de la época, superaron el millar. 

El enlace se celebró un lunes en el patio de la finca, donde se instaló un altar con la Virgen del Pilar, aunque en el interior de la casa había capilla. La fiesta, con cóctel y almuerzo duró toda la tarde y hasta bien entrada la madrugada. Tras esta boda, Villa-Paz fue el escenario de otras celebraciones familiares de los Dominguín, como el enlace de Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé el 16 de octubre de 1955, y el bautizo de su primogénito, Miguel Bosé, el 12 de julio de 1956

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Tras pronunciar el 'sí, quiero', Antonio Ordóñez y Carmen Dominguín se convirtieron muy pronto en padres. El 2 de mayo de 1955 dieron la bienvenida a su hija Carmen, más conocida como Carmina, y el 29 de junio de 1956, a Belén. El torero adoraba a las niñas y en esta otra foto le vemos toreando con una de ellas con un cuadro suyo al fondo. 

El Recreo de San Cayetano, que se encuentra en un entorno idílico, rodeado de hectáreas de olivares, árboles frutales y huertos, tiene un gran significado para Francisco y Cayetano Rivera, los actuales propietarios de la finca. 

Aunque los hermanas Rivera decidieron reconvertirla en un hotel rural, nunca ha dejado de ser escenario de los momentos más importantes de su vida. Francisco y Lourdes se casaron allí el 14 de septiembre de 2013 en una elegante boda llena de sombreros de copa y pamelas. Cayetano, por su parte, eligió este lugar para bautizar a su hijo el 1 de junio de 2019 y se refugió allí tras separarse de Eva González a finales de 2022.