Por qué Ágatha Ruiz de la Prada no se habla con ninguno de sus hermanos: quién es quién en su familia
¡HOLA! descubre los motivos del distanciamiento y qué es de sus vidas
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En sus explosivas memorias, que llevan el título de Mi historia y que saldrán a la venta este próximo 23 de noviembre, Ágatha Ruiz de la Prada repasa todos los capítulos de su vida personal con una gran transparencia y sinceridad. No sólo detalla sus treinta años de historia de amor con Pedro J. Ramírez, sino que tampoco silencia el distanciamiento con todos sus hermanos. “Es una tragedia no tener relación con ninguno de ellos”, confiesa a ¡HOLA!. Y es que la diseñadora, también marquesa de Castelldosriús y baronesa de Santa Pau, no se habla con ninguno de sus cuatro hermanos de padre y madre: Manuel Carlos, Ana Sandra, Félix e Isabel. Pero Ágatha tampoco ha conseguido entablar lazos con su hermana secreta, Rachel, fruto de una relación extramatrimonial de su padre. Pero, ¿quiénes son ellos, qué ha sido de sus vidas y, lo más importante, qué les ha alejado de la artista?
Manuel Carlos es el siguiente hijo que tuvieron el arquitecto Juan Manuel Ruiz de la Prada y la aristócrata María de los Remedios de Urruela, por detrás de Ágatha, que es la primogénita. El motivo del distanciamiento entre ambos hermanos lo cuenta la propia diseñadora en su libro: “Al final de sus días, mi padre pierde la cabeza. Manolo fue a una notaría y, al parecer, obtuvo un poder de ruina. Es decir, mi padre le otorgaba un poder de representación en actos y negocios jurídicos”. Este movimiento terminó en los tribunales. “La querella nos la admitieron, pero se quedó y ahora la estoy retomando”, cuenta Ágatha.
Según consta en el Registro Mercantil, Manolo tiene dos negocios: una oficina técnica de arquitectura y la explotación agropecuaria de la finca Dehesa San Rafael, ubicada en la provincia de Guadalajara. En el plano sentimental, estuvo casado en primeras nupcias con Esperanza Martín-Artajo, con la que tuvo dos hijos. El mayor de ellos, Martín, se formó como economista, aunque trabaja ahora como piloto de Iberia y recicla piezas de madera para la decoración. La otra hija del matrimonio, Inés, estudió Bellas Artes y desarrolla su vena creativa en el campo audiovisual y de las instalaciones.
Hoy en día, Manolo comparte vida amorosa con Carolina Portabella. Puede que este nombre le resulte familiar: la cuñada de Ágatha no sólo está emparentada con el histórico presidente de Danone, sino que también es la actual presidenta de la Fundación Príncipe de Alberto II de Mónaco en España. Manolo tuvo más descendencia con ella: Carla y Pedro. La familia se completa con otra hija de Carolina Portabella, nacida de una relación anterior.
Las tres ‘Agathitas’
Ana Sandra e Isabel siempre fueron muy especiales para Ágatha. De hecho, las dos –la tercera y la quinta de los hermanos Ruiz de la Prada Sentmenant– desempeñaron un papel fundamental en el ascenso de la diseñadora, durante los años ochenta. “Las convencí para que se vinieran a Madrid. Mis hermanas me ayudaron mucho, sobre todo Ana. (…) Todo lo hacíamos juntas. Nos llamaban las “agathitas”, recuerda la creadora en sus memorias. De hecho, ésta se lo agradeció con gran generosidad: repartiendo el poder empresarial de su firma de moda con Ana e Isabel. “Pero llega un momento en el que la envidia y los complejos se vuelven contra el sistema. El sistema era yo”, añade Ágatha, antes de apuntar lo que provocó la ruptura entre ambas y ella se tomó como una traición: “Se casó sin decirme nada”.
En concreto, Ana contrajo matrimonio con el poeta y pintor Pedro Casariego en 1989. Sin embargo, esta historia de amor tuvo un fatal desenlace: el artista se quitó la vida el 8 de enero de 1993. De aquella relación nació una sola hija, Julieta, que se dedica al diseño gráfico. A pesar del varapalo, Ana pudo rehacer su vida sentimental con otro hombre, con el que tiene adoptada una niña india.
Por su parte, Isabel disfruta de la calma, a sus casi 56 años –los cumple en unas semanas–, y eso que alcanzó la cierta notoriedad social en los noventa. Además de salir en las revistas por su noviazgo con Daniel Múgica, hijo del exministro Enrique Mújica, la hermana de Ágatha también fue presentadora –del programa El pantallazo, en Telemadrid– y llegó a ser una promesa como actriz. Entre otras películas, realizó pequeños papeles en Libertarias, dirigida por Vicente Aranda y protagonizadla por Arianda Gil, Ana Belén y Victoria Abril; y en Ama tu cama rica, película de Emilio Martínez Lázaro, donde coincidió con Javier Bardem y Ariadna Gil. Además, apareció en series como Los ladrones van a la oficina o Una gloria nacional, que protagonizó Paco Rabal.
Sin embargo, Isabel tuvo que interrumpir su carrera de actriz para dedicarse a ella misma. “Sin saberlo del todo, nos dábamos cuenta de que algo en su cabeza la atormentaba”, explica Ágatha en sus memorias, donde se refiere a su hermana como “la desvalida Isa, la sensible Isa”. En la actualidad, la menor de los Ruiz de la Prada Sentmenat se dedica a la pintura y la escultura.
Félix y su hermana secreta
Ágatha tiene otro hermano de padre y madre. Nos referimos a Félix, que tiene 58 años. El cuarto de los Ruiz de la Prada Sentmenat trabaja como director comercial en una empresa que fabrica gases medicinales y productos sanitarios. En el plano sentimental, Félix está casado con la empresaria vasca Elena Vicinay, copropietaria de una firma de mueble y la madre de sus tres hijos: Felix: Patricia y Diego.
Por último, la diseñadora desveló la existencia de su hermana secreta en septiembre de 2020. Se llama Rachel y nació de una relación extramatrimonial de Juan Manuel Ruiz de la Prada con su secretaria, Mari Carmen, hace cuarenta y cinco años. El padre de Ágatha recibió la demanda de paternidad por la vía judicial, pero el reputado arquitecto siempre se negó a hacerse las pruebas de ADN. Finalmente, la Justicia terminó reconociendo ilegalmente a Rachel como hija de Juan Manuel. A día de hoy, Rachel vive en A Coruña, trabaja como delineante y está casada con un abogado.
Tal y como señala en sus memorias, Ágatha apunta a sus padres como causantes de la mala relación con sus hermanos mayores. “Estaría muy bien poder arreglarlo, pero es una pena. Ha sido culpa de mis padres. La mayor ilusión de toda mi vida era llevarme bien con ellos”. Si la diseñadora tampoco se habla con Rachel, su hermana secreta, es porque ésta no quiso ayudar a Ágatha cuando le pidió un favor: hacer una entrevista las dos juntas. ¿Logrará la creadora cumplir su deseo y acercar posiciones con alguno de sus hermanos en algún momento? El tiempo dirá…
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