FORMA PARTE DE LA NUEVA GENERACIÓN DE ACTORES DE LA FICCIÓN COLOMBIANA

¿Cómo fue para Camila Rojas su primer día de rodaje en 'Pasión de gavilanes' y qué es lo más le sorprendió?

Interpreta el papel de Muriel Caballero, la hija de Rosario Montes (Zharick León), en la aclamada serie

Por B. Moreno

Los seguidores de Pasión de gavilanes marcaban los días en el calendario para volver a ver y vivir las historias de amor y desamor de los hermanos Reyes y las hermanas Elizondo. El regreso de la serie les colmó de felicidad porque, además de disfrutar con la vuelta de sus personajes habituales, pudieron descubrir a una nueva generación de 'gavilanes' que se unían a la trama aportando un aire fresco a la famosa telenovela. Entre los jóvenes actores que se han incorporado al elenco hay un papel que ha llamado mucho la atención y se ha convertido en uno de los favoritos del público, tanto por el rol que lleva a cabo, como por el talento con el que está interpretado. Se trata de Muriel Caballero, la hija de Rosario Montes, bajo cuya piel se mete Camila Rojas. La actriz colombiana, de 31 años, ha desvelado qué ha significado para ella entrar a formar parte de esta ficción, cómo fue su primer día de rodaje y los aspectos que más le sorprendieron.

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Camila tenía 13 años cuando se estrenó la primera temporada de la serie, así que, tal y como ha confesado, creció con ella,. Por esta razón le costó asimilar que iba a formar parte de la esperada segunda parte de la ficción colombiana. "Cuando recibí la llamada no lo podía creer", ha reconocido en una entrevista con People en Español. La actriz y bailarina se declara una gran fan de la telenovela y ha asegurado que vio enterita la producción original hace casi dos décadas. Por eso, no es de extrañar que el día previo al inicio de grabaciones estuviera "muy, muy nerviosa porque es un proyecto que tiene una vara muy alta", ha reconocido.

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"Recuerdo que mi primer llamado de grabación era con escenas muy sencillas, eran escenas corales, y le decía a mis compañeros que eso me relajaba un poco porque así podía entender el lenguaje que los gavilanes ya habían adaptado y también para irlos conociendo a ellos poco a poco y matar los nervios", ha explicado. Un nudo en el estómago que no le impedía sentirse al mismo tiempo "muy feliz", ha afirmado la bella intérprete de Las malcriadas. Camila ha afrontado con gran ilusión entrar a formar parte de este proyecto y ha recordado las cosas que más le llamaron la atención en su primera jornada de rodaje. "Las locaciones eran impresionantes y justo el primer día que grabamos estábamos totalmente en todo el mood de Pasión de gavilanes en las haciendas, con los caballos, con los outfits Entonces estaba muy feliz, sobre todo por los caballos, porque yo amo los animales", ha relatado.

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También ha hablado sobre cómo fue su toma de contacto con sus compañeros, veteranos y noveles. "El primer día también me tocó con Mario Cimarro, con Danna (García), con Natasha (Klauss) y con parte del elenco joven, entonces era muy bonito porque estaba trabajando directamente con todos ellos. Para mí compartir mis primeras escenas con ellos era comenzar con el pie derecho", ha confesado orgullosa la protagonista de Corazón en condominio. Ese día recibió el consejo de uno de los veteranos, Mario Cimarro. quien le dijo que "fuéramos generosos con los compañeros, que pensáramos por todos y que nunca dejáramos de disfrutar el proyecto", algo que ella ha tratado de llevar a la práctica en todo momento. 

Camila ha reconocido que trabajar en esta telenovela ha sido una suerte y un gran privilegio, pero también ha desvelado que sintió vértigo al incorporarse al elenco puesto que asumían una gran responsabilidad. "Es una serie que tiene las expectativas muy altas y siempre da miedo el resultado en muchos aspectos. Este proyecto tiene un lenguaje muy particular y los gavilanes ya marcaron un estilo también y nosotros llegamos a este universo a darle continuidad y a aportar nuestro pequeño granito de arena. Más que dos grandes generaciones, creo que somos una generación que da continuidad a la que ya se instauró en los corazones de los espectadores y nosotros queremos claramente que suceda lo mismo, queremos ganarnos un público", ha explicado en la citada entrevista.

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La bella intérprete de Lo que callamos las mujeres se define como "una mujer guerrera, superapasionada y muy, muy disciplinada". No esperaba dedicarse al mundo de la interpretación pero, ahora, su trabajo le fascina. "Mis planes de vida eran otros lejos de la actuación y en medio de muchas casualidades terminé en esta industria. Nunca lo esperé, pero una vez estando, cada día me apasiona muchísimo más y cada día quiero seguir mejorando y creciendo", ha afirmado con rotundidad la joven que soñaba con ser bailarina de Beyonce. 

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Muriel Caballero, papel en el que se ha sumergido, "es una niña que creció sola, sin mucho afecto, que fue criada más por otras personas que por sus verdaderos padres porque su papá es un hombre muy adinerado que se centra en otras cosas y su mamá es una mujer desbordada en sus gustos personales más que en una familia", ha contado. Además ha añadido que, debido a estas circunstancias que la han rodeado, "busca el verdadero amor y sueña con encontrarlo. Sueña con encontrar un lugar lleno de paz, armonioso, tranquilo, sin batallas, sin peleas y es una mujer revolucionaria porque lucha por sus objetivos, por lo que le gusta, por la justicia, pero no es perfecta y tiene errores como todo ser humano", ha explicado. Camila asegura tener muchos puntos en común con su personaje: "somos muy apasionadas en todas las cosas que hacemos, la dualidad entre niña y mujer, el ser justas, amamos los animales...", ha afirmado una de las actrices revelación de la nueva generación de 'gavilanes'.