Fallece el periodista Jesús Mariñas a los 79 años

El popular comunicador gallego, que estaba casado con el fotógrafo Elio Valderrama, padecía cáncer de vejiga

Por Belén Nava M.

El mundo de la información está de luto por el fallecimiento de Jesús Mariñas. El periodista gallego de 79 años, que ha estado arropado por su marido hasta el último suspiro, ingresaba en el hospital madrileño de San Rafael el pasado 31 de marzo. Los hacía a causa de las complicaciones derivadas del tratamiento oncológico que recibía, desde que le fuera diagnosticado un cáncer de vejiga en verano. A pesar del empeoramiento de su salud, no había dejado de trabajar hasta el último momento y seguía tan activo como en las seis décadas que llevaba escribiendo. Incluso desde el centro sanitario en el que se encontraba publicó varias de esas crónicas sociales que, soin duda, le han convertido en uno de los profesionales de la comunicación más populares de nuestro país. La noticia de su muerte, adelantada por La Razón, se ha conocido este martes por la mañana y desde ese instante muchos de los que fueron sus compañeros han expresado su tristeza al recordarle.

Amigos y compañeros se despiden de Jesús Mariñas con gran pesar y emotivos recuerdos

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Semanas después de publicar su biografía, titulada Jesús por Mariñas, memorias desde el corazón, el periodista anunciaba el pasado octubre su enfermedad. Afrontaba el diagnóstico con optimismo, energía y sin miedo, convencido de que sería tan solo un bache. "Estoy seguro de que voy a salir de esta. Lo llevo con serenidad", contaba en Diez Minutos. A la vez, reconocía que la palabra cáncer le asustaba porque forma parte de una generación para la que sufrir esto "es como decir que me voy a morir mañana". Además, resaltaba el papel fundamental de su marido Elio Valderrama en este proceso, en el que también ha contado con el apoyo de todos esos colegas de profesión que con el paso del tiempo se han convertido en grandes amigos.

Una intensa carrera profesional

Mariñas ha sido testigo de más de medio siglo de crónica social en nuestro país y ha entrevistado a personalidades tan destacadas como Rocío Jurado, Julio Iglesias, Montserrat Caballé, la duquesa de Alba, Lola Flores o el rey Juan Carlos. A muchos de ellos los ha acompañado a viajes por todo el mundo, situaciones que han permitido ver el lado más personal de los artistas. Irreverente y con una afilada pluma, ha escrito en numerosos medios de comunicación como El ideal gallego, Época, Semana, Pronto, La Razón o Diez Minutos. También ha colaborado en espacios radiofónicos como Protagonistas, junto a Luis del Olmo; El primero de la mañana, de Antonio Herrero, o Mitad y mitad, con Alejo García.

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La década de los 90 supuso un punto de inflexión en la carrera de Mariñas. Aunque para entonces ya gozaba de reconocimiento, fue su salto a la televisión, sumado a su particular carácter, lo que le convirtió en uno de los periodistas más populares. Tras participar en La máquina de la verdad, fichó por Pasa la vida, programa de María Teresa Campos en el que tenía su propia sección. Con la periodista, además, forjó una buena amistad que se ha afianzado con el paso del tiempo. Cuando la madre de Terelu y Carmen Borrego se cambió a Día a día, Jesús se fue con ella a Telecinco. También coincidieron posteriormente en espacios como Qué tiempo tan feliz, Cada díaLo que inTeresa.

Pero hay un espacio que ha marcado indudablemente su carrera, Tómbola, donde ha pasado a la historia la expresión que le dijo un día a su compañera: "¡Que te calles, Karmele!". El programa de Canal Nou fue pionero, revolucionando la televisión y la crónica social. Presentado por Ximo Rovira, estuvo siete años en antena y se le considera el precursor de Aquí hay tomate o Sálvame, donde también tarbajó después Mariñas. Además, el periodista ha estado en Espejo público, La mañana de la 1¿Dónde estás corazón?

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La parte más privada de Mariñas

Jesús Mariñas (adoptó profesionalmente su apellido materno) nació en La Coruña y, aunque llevaba muchos años viviendo en Madrid, tenía presentes sus raíces gallegas y en muchos de sus artículos hacía referencia a su tierra, donde sigue viviendo su sobrino, concretamente en Santiago de Compostela. Su abuelo era Lino Pérez y con él comenzó la vinculación familiar con el mundo cultural. Primero vendió periódicos por la calle para después convertirse en librero. En su local se congregaban intelectuales de la época para charlas y coloquios. Más tarde puso en marcha el Pabellón Lino, donde se reproducían películas, y también acogió actuaciones de cuplé, espectáculos de humor y obras infantiles.

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Mariñas estaba casado con el fotógrafo venezolano Elio Valderrama desde el 18 de julio de 2016. Contrajeron matrimonio en el despacho de un notario acompañado de sus íntimas amigas Ana Tarazaga y Ana Parrilla, quienes ejercieron como testigos del enlace. Después lo celebraron también de manera íntima saliendo a comer a un restaurante de Madrid y pusieron rumbo a Puerto Rico como luna de miel. Este enlace llegó después de prácticamente tres décadas de relación de las que el periodista gallego hacía un balance muy positivo en conversación con La Vanguardia: "Es buenísima persona además de ser muy guapo. Tiene un carácter increíble y me hace la vida muy agradable. Y te lo digo después de 30 años". De su marido destacaba la lealtad y a su lado decía que había aprendido a tener comprensión y a dejar a un lado la intransigencia.

Su historia de amor comenzó de manera casual ya que ambos se conocieron dando un paseo por la Gran Vía de Madrid para conocer los diferentes puestos que había coincidiendo con la Feria del Libro. Mariñas iba con el que entonces era su pareja, que era librero, y éste se cruzó con un amigo que iba con Elio. El fotógrafo acababa de llegar a España y se ganaba la vida haciendo teatro, publicidad y como modelo. Ese instante cambió para siempre sus vidas y esa misma noche ya quedaron. No tardaron en iniciar una relación que ha traspasado lo sentimental ya que también han formado equipo en el terreno profesional. Precisamente acerca de esta unión laboral se sinceró el periodista en Diez Minutos: "Ha sido difícil porque yo tengo unos vicios o exigencias, que al principio él no entendía. Nos costó adaptarnos". Tras esas dificultades iniciales, ambos lograron formar un binomio perfecto que se ha mantenido hasta el final.