Isabel Pantoja, a punto de vivir una gran alegría tras atravesar su momento más duro

La artista, que sigue llorando la muerte de su madre en Cantora, ya habría fijado una fecha con Kiko Rivera para verse de nuevo con sus nietas

Por M. J. Somoza

Los últimos acontecimientos han superado a Isabel Pantoja. Su hija Isa comentaba que se quedó en shock cuando regresó a Cantora para abrazar a su madre tras la muerte de su abuela, pues nunca había visto a la artista tan destrozada. Doña Ana era su máximo apoyo, la persona que nunca se separó de ella en cada paso de su vida, y su deterioro progresivo a lo largo de los últimos años fue muy doloroso para la intérprete. La emoción era visible en los ojos de Isabel cuando recordaba a su madre, a la que tuvo que despedir a los 90 años el pasado 28 de septiembre. Una trágica noticia que sin embargo provocó el encuentro más esperado con su hijo Kiko, un abrazo entre lágrimas después de un año de reproches y duras palabras que sin duda supuso un gran alivio para la intérprete ya que el enfrentamiento con su hijo era otra de sus mayores penas.

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Marcaban estos acontecimientos, llenos de emociones y sentimientos encontrados, el inicio de una nueva etapa para la intérprete, con la perspectiva de más encuentros en familia y el regreso de las risas de sus nietos. Un aire fresco, renovado, que ya tendría fecha pues, como han apuntado en el programa de Ana Rosa Quintana citando fuentes cercanas, el contacto entre Isabel Pantoja y su hijo Kiko no se ha roto desde ese primer (y tan significativo) abrazo. Han sido estas conversaciones mantenidas estos días las que han dado su fruto y ya habría fecha para la próxima visita del DJ a Cantora, esta vez con sus hijas, Carlota y Ana. Sus nietos, como ya dijo su hija Isa, necesitan a su abuela y esta a los niños, que son la muestra del apoyo que Kiko e Isa quieren demostrar a su madre en los momentos tan delicados que atraviesa. En el horizonte, además de retomar este contacto con su hijo, que sería un gran avance personal, tiene planes profesionales que supondrán también su regreso a escena. Se trata, se comenta en el citado espacio, de varios conciertos en Latinoamérica en 2022 (ya tiene las primeras fechas fijadas a finales de mayo en Chile) y que la llevaría a pasar un tiempo al otro lado del océano.

Piden tres años de prisión

Buenas noticias que sin embargo se han enturbiado en cierta medida tras conocerse las novedades judiciales que la afectan. El próximo año se verá de nuevo frente al juez, concretamente el 22 de marzo, pues el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga ha fijado la vista en el proceso en el que se acusa a Isabel como administradora única de Panriver 56, por participar esta empresa en una operación supuestamente irregular de deuda relacionada con su casa de la localidad malagueña de Marbella, Mi Gitana. La Fiscalía malagueña, informa Europa Press, solicita inicialmente que se le impongan a la cantante una pena de tres años de prisión al acusarla como supuesta cooperadora necesaria de un delito de insolvencia punible. En esta causa, que se ha instruido en los juzgados de Marbella, también está acusado, pero como supuesto autor del mismo delito, el administrador de una sociedad, que llegó a un acuerdo extrajudicial con la empresa de la artista por una deuda, presuntamente en perjuicio de una tercera firma. Isabel Pantoja ya fue juzgada y condenada por la Audiencia de Málaga por un delito de blanqueo de capitales en un procedimiento en el que también fueron condenados el exalcalde marbellí Julián Muñoz, que había sido pareja de la cantante de Marinero de Luces, y la exmujer de este, Maite Zaldívar. Este proceso supuso el ingreso de la intérprete de Marinero de luces en prisión, uno de los peores episodios de su vida que no quiere recordar.

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La noticia es sin duda un varapalo en un momento en el que parecía que las aguas se estaban calmando en Cantora, al menos en lo que se refería al enfrentamiento de Kiko Rivera con Isabel. Esta cuestión ha pasado factura a la intérprete, que se dice ha adelgazado mucho, dada la dureza con la que su hijo se ha referido a ella en el último año. Los desacuerdos del DJ con el reparto de la herencia de su padre Paquirri y el descubrimiento de los trastes de torear del diestro en la finca (corresponden a Francisco y Cayetano Rivera) fueron el detonante de una situación que fue subiendo de intensidad durante un año. Kiko incluso emprendió acciones judiciales contra su tío Agustín, a quien demandó por presuntos delitos de estafa y apropiación indebida. Isabel tuvo que ir al juzgado en calidad de testigo el pasado julio.

No fue para ella nada fácil ver cómo se enfrentan dos de las personas más importantes de su vida -su hermano ha sido su mano derecha durante décadas- y tener que tomar partido por una de ellas. Situaciones que ha afrontado recluida en Cantora, un refugio en el que llora a su madre rodeada de recuerdos con la ilusión puesta en recuperar el tiempo perdido con sus hijos y sus nietos.