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Este último sábado de agosto es una fecha destacada para Shaila Dúrcal ya que inicia una nueva vuelta al sol. "¡Ya son 42. Wooooohoooo", ha escrito la artista, quien está recibiendo un sinfín de buenos deseos de parte de familiares, amigos y compañeros como Pitingo o Miguel Poveda, entre otros. La hija menor de Rocío Dúrcal y Junior soplaba poco después de que el reloj marcara las doce las velas de su cumpleaños coincidiendo con su visita a Sábado Deluxe. En el programa hablaba de su espectacular transformación física (ha perdido casi veinte kilos desde el mes de mayo), de la relación que tiene con la comida y de las depresiones que ha sufrido en diferentes momentos de su vida. Un sincero relato con el que deja atrás una complicada etapa y mira hacia el futuro con su característica sonrisa, llena de optimismo y dando la mejor versión de sí misma.
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"Lo importante es la salud mental", esa es la primera y contudente frase que pronunció Shaila ante María Patiño al pisar el plató del citado programa de Telecinco. Con pantalones negros y camisa con animal print, la que fuera jurado de La Voz Kids en su versión colombiana o Tu cara me suena reconocía que el proceso de cambio físico "ha sido muy mental, de cambiar rutinas". La artista se instaló hace un año en España, donde recibió en exclusiva a la revista ¡HOLA!, con la intención de ser feliz, estar cerca de sus seres queridos y cuidarse. Doce meses después estos deseso son ya una realidad porque está "aprendiendo a comer" y a cambiar "la relación emocional con la comida". Pero aunque se define como una mujer fuerte y autoexigente a la que no le superan las críticas, no niega que hasta llegar a este punto ha atravesado dificultades que se remontan, según sus palabras, a la adolescencia.
Al repasar a través de imágenes que le mostraron de los cambios físicos que ha tenido en los últimos años, Shaila explicaba que no ha sido diagnosticada de bulimia porque "nunca he dejado de comer para estar más delgada", pero sí ha tenido "complejos por sobrepeso" ya que ha llegado a los 90 kilos. La hermana de Carmen Morales indica que le ha costado "tener equilibrio con la comida" y en ese aspecto no ha ayudado su rutina laboral porque el hecho de terminar tarde un concierto o viajar le ha hecho no comer sano. Otra de las trabas que ha encontrado en esa búsqueda por zanjar su mala relación con la comida es el hipotiroidismo, dejar de fumar y perder una falange de su dedo en un accidente doméstico del que habló por primera vez en las páginas de nuestra revista.
La pérdida de su madre, un punto de inflexión
Con lo que sí ha tenido que lidiar la cantante, que tiene dos hermanos mayores, es con la depresión, que define como una batalla para toda la vida. Para superarlo no contó con ayuda profesional porque no se sentía cómoda haciéndolo pero sí estudió cosas de Psicología que pudieran ayudarla y ha tenido el apoyo incondicional de su marido, Dorio Ferreira. La intérprete de temas como Las llaves de mi alma, Hay milagros o Nunca te olvidaré sitúa el origen de sus problemas en el año 2006, cuando falleció su madre a causa de un cáncer. Está pérdida, recuerda, la alejó de España y se centró en el trabajo para superarla. "No te da tiempo a procesar esos momentos tristes que a lo mejor tenía que procesar con mi familia y mis hermanos… Lo tapaba con mantenerme ocupada", explica Shaila, que ahora atraviesa una etapa de plenitud en todos los aspectos.
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