Así son las fabulosas vacaciones de las hijas de Julio Iglesias en Marbella antes de su debut como empresarias
Victoria y Cristina Iglesias tienen la rutina de relax perfecta: partidos de tenis por la mañana, piscina infinita al mediodía e hípica al atardecer
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Randolph William Hearst tenía San Simeón, un castillo sobre una colina de California con vistas al Pacífico. Y Julio Iglesias tiene Cuatro Lunas, una finca de más de cuatrocientas hectáreas sobre una colina de Marbella, con vistas al Mediterráneo. La propiedad, a solo diez minutos Puerto Banús, es el Xanadú particular del cantante y su familia y no tiene nada que envidiarle a la fortaleza del hombre que inspiró al Ciudadano Kane. Las hijas de Julio, las gemelas Victoria y Cristina, están disfrutando de sus vacaciones en este enclave paradisíaco. Allí están preparando su debut como empresarias, previsto para el mes septiembre.
Las hermanas Iglesias, que en mayo cumplieron veinte años, están pasando el verano en Marbella, aunque se las ve poco fuera de la finca familiar, ubicada en Ojén. Ciertamente, tampoco tienen necesidad de salir, ya que Cuatro Lunas les ofrece todo tipo de divertimentos y planes. Este “supercortijo” de estilo andaluz, en el que predominan las maderas nobles, los tonos crema y ocres y los suelos de toba, está preparado para que el visitante no quiera irse jamás. La casa principal cuenta con una suite de cuatrocientos metros cuadrados, siete habitaciones, varios porches, tres piscinas, gimnasio, bodega para dos mil botellas de vino y dos helipuertos.
Además de la casa principal, Cuatro Lunas cuenta con varias casas de invitados. La del Lago dispone de espacios para comer y relajarse y la de la Huerta tiene cinco dormitorios y una suite. Todos los interiores están decorados con un gusto exquisito y reflejan la elegancia y estilo de Julio y su mujer, Miranda: paredes con estucado y en colores cálidos, maderas, muebles de Bali combinados con sofás blancos y muchas plantas.
Pero Victoria y Cristina pasan gran parte de su tiempo fuera de la casa, en los jardines y bosques que rodean la propiedad. Las gemelas disponen de tres piscinas -una de ellas es una infinity pool que se funde con el mar Mediterráneo-, cuatro millas de caminos privados para practicar senderismo por la propiedad, un huerto orgánico (la familia es muy ecológica), y un rosal que lleva el nombre de Julio. Uno de los espacios más destacables de las zonas verdes de la finca es el bosque de alcornoques centenarios que hay en ella.
Deportes y escapadas a Puerto Banús
Las hijas de Julio y Miranda pasan mucho tiempo practicando deportes: juegan al tenis, nadan en la piscina y, como son dos excelentes amazonas, aprovechan las tardes para andar a caballo por la finca o para salir a pasear con sus perros. A veces, por la noche, salen a cenar con amigas y frecuentan algunos de los restaurantes de moda de la zona de Puerto Banús, o asisten a algún concierto del Festival Starlight.
Al final del verano, Victoria y Cristina lanzarán su primer proyecto empresarial: Tribeü, una firma de productos vitamínicos y complementos alimenticios naturales. Las hermanas llevan trabajando en él desde el año pasado y tienen previsto presentarlo en los próximos meses. Cuentan con el asesoramiento de una experta en medicina natural, la doctora Paria Vaziri. Sus productos comulgan con su filosofía y estilo de vida: las dos son defensoras de la alimentación saludable y orgánica, el deporte al aire libre y el cuidado del medio ambiente.
“Mis hijas quieren ser modelos, como su madre”, reveló Julio Iglesias a ¡HOLA! cuando las gemelas cumplieron dieciocho años. “En dos años, ya están andando por el mundo”. Lo cierto es que Cristina y Victoria quieren compaginar su pasión por la moda con el mundo de los negocios. “Quieren ser emprendedoras”, reconoció Miranda en 2020. Y están a punto de serlo.
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