La isla eco de Leonardo DiCaprio, un sueño que se ha convertido en pesadilla
Las obras del resort que construirá en la isla que compró por casi dos millones de dólares en Belice continúan paralizadas, tras años de críticas de grupos de activistas y pescadores de la zona
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Su sueño es ayudar a cambiar el mundo y dedica gran parte de sus esfuerzos y su fortuna a la lucha contra el cambio climático. Leonardo DiCaprio ha alzado la voz en más de una ocasión para remover conciencias y alertar de los peligros que corre nuestro planeta a causa del calentamiento global. Lo ha hecho ante los líderes mundiales en la sede de las Naciones Unidas, en el escenario del teatro Dolby de Los Ángeles al recoger su Oscar por El Renacido y también sus redes sociales sirven de altavoz para su importante mensaje: que necesitamos un cambio urgente porque esta es la última oportunidad para la Tierra. En las últimas dos décadas ha utilizado su fama mundial para concienciar sobre la crisis del medioambiente por lo que se ha ganado a pulso el título de “eco warrior” y, a través de su fundación The Leonardo DiCaprio Foundation, ha financiado centenares de proyectos alrededor del mundo. Sin embargo, uno de sus sueños más ambiciosos le está dando muchos quebraderos de cabeza.
En el año 2015, después de realizar un viaje en el que pudo conocer las costas de Belice y bucear por su famoso arrecife de coral, un paraíso para los amantes de este deporte, se quedó fascinado por este país y su belleza marina y decidió comprar una pequeña isla de 42 hectáreas por 1,75 millones de dólares, conocida como Blackadore Caye. Se asoció a su amigo Jeff Gram, quien tiene varios proyectos urbanísticos en el Caribe, para crear un eco-resort de lujo, sin precedentes. Su intención era hacer algo muy diferente a lo que existe hasta ahora, respetuoso con el ecosistema y que trajera un beneficio económico a los habitantes de la zona, ya que se crearían muchos puestos de trabajo. Este complejo turístico estaría formado por 68 villas para huéspedes y 48 villas para propietarios -cuyo precio estaría entes los 5 y los 15 millones de dólares-, cada una con piscina y acceso a playas privadas. Además, contaría un centro de bienestar y varias comodidades y al mismo tiempo, sería sostenible, ya que funcionaría con energía solar y eólica y hasta e inmobiliario sería ecológico. Pero no sólo eso, la mitad de la isla estaría destinada a la investigación del ecosistema para mejorar la zona.
En un principio, estaba previsto que abriera sus puertas en 2018, luego pospusieron la fecha a 2020, pero la llegada de la pandemia lo paralizó todo y a día de hoy, según ha revelado el diario The Sun, las obras todavía no han comenzado. El motivo principal del retraso del desarrollo del proyecto, según explica el citado periódico, habría sido los años de protestas de la gente de la zona y de varios grupos de activistas, que apuntan a que estas obras causarían un gran daño, sobre todo en la pesca y la fauna marina. En varios perfiles de redes sociales han aunado sus voces para quejarse de la forma de actuar del actor, que según dicen prometió que no solo respetaría la naturaleza, sino que mejoraría el ecosistema y daría empleo a los lugareños, algo que no ha sucedido.
El actor ha sido duramente criticado, ya que aseguran que su proyecto afectará al ecosistema, sobre todo a la pesca
Por su parte, DiCaprio no se ha pronunciado al respecto, pero por el momento no ha querido llevar adelante su plan hasta que las aguas se calmen, sobre todo si el medioambiente se ve comprometido, ya que en ningún momento ha sido esa su intención, sino todo lo contrario. Quien sí se ha pronunciado ha sido la representante de Blackadore Caye Development Group, que asegura que solo avanzarán “si cumplen con los estándares ambientales y ecológicos más rigurosos”. Además, afirma a The Sun que todo sigue adelante, aunque las últimas imágenes muestren que no hay movimiento alguno en la isla y que han escuchado todas las quejas recibidas: “Apreciamos todos los comentarios a lo largo del proceso de planificación y esperamos continuar las conversaciones productivas con la comunidad local para avanzar en el plan correcto”.
Parece que la estrella de Hollywood no ha renunciado a su sueño, pero que aún le queda un largo camino que recorrer para llevarlo a cabo y poder disfrutar de este paradisíaco enclave en el Caribe, un mar que le gusta mucho y por donde suele navegar cada año rodeado de amigos. El tiempo dirá si consigue poner todo el orden y levantar su lujoso resort cumpliendo con sus promesas.
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