La gran sorpresa de la reunión de ‘Friends’: Jennifer Aniston y David Schwimmer estuvieron enamorados en la vida real... Y otras revelaciones del especial más esperado
Los actores contaron que hubo ‘feeling’ entre ellos, pero que nunca cruzaron ‘ese límite’
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Llevábamos un año esperando. La pandemia provocó que la fecha de estreno se retrasara una y otra vez y fuimos conformándonos mes tras mes con lo poco que sus protagonistas —y productores ejecutivos— nos regalaban en redes. El 27 de mayo, por fin, pudimos ver Friends: The Reunion. ¿El reencuentro más esperado de la historia de la televisión está a la altura de las expectativas? Pues seguramente no, porque eran tales que nos hubiera gustado escucharlos durante seis horas más (por favor, ¡más tomas falsas!), ver pasar a Brad Pitt, Julia Roberts, Bruce Willis, Sean Penn o Danny de Vito por el plató, u oírles decir que volverían a retomar la serie o hacer una película. Eso no ha sucedido en diecisiete años y no va a pasar, porque todos coinciden en que el final que se dio a los personajes en 2004 es el que tenía que ser. Pero la reunión de los Friends más famosos del mundo nos descubre muchas cosas que ya quedan para los anales de una de las mejores series, si no la mejor, de la historia.
Ross y Rachel: Jennifer Aniston y David Schwimmer leen el guion de la escena en la que se besan por primera vez y llega la gran exclusiva del reencuentro: cuentan que, en aquel momento, tenían un crush (un flechazo), pero nunca llegaron a concretar esta atracción. “En la primera temporada, yo estaba muy colado por Jen”, desvelaba el actor. “Fue recíproco”, añadía al instante Aniston. “En un momento dado, los dos tuvimos un importante enamoramiento el uno del otro, pero fue como dos barcos pasando, porque siempre había uno de los dos que estaba en una relación y nunca cruzamos ese límite”, concluye Schwimmer. Así es como se ha descubierto que la historia de amor más exitosa y duradera de Friends, ya que sus vaivenes se extienden a lo largo de las diez temporadas, estuvo a punto de ser real. Sin embargo, ambos explican que canalizaron el amor y la atracción en sus personajes. Tanto es así que, a modo de anécdota, Jennifer cuenta que la primera vez que Ross y Rachel se besaron en la ficción ella le dijo a su compañero de reparto: “Va a ser un bajón tremendo que la primera vez que tú y yo nos besemos sea en la televisión nacional”.
La confesión de Matthew Perry: Mucho se ha hablado estos días de que Matthew Perry habla raro en el especial y la zona de su boca está extrañamente cambiada. El diario The Sun ha publicado que el actor acababa de pasar por una intervención dental de urgencia previa a la grabación. Sea cierto o no, sus palabras son las más significativas al recordar cómo fue ese momento de su vida. Su personaje, Chandler Bing, era el del amigo gracioso, pero, mientras debía ser el más carismático, el actor luchaba contra sus propios demonios interiores. “Sentía que iba a morir si el público no se reía”, asegura. “A veces, decía una línea y, si el público no reaccionaba riéndose como creía, empezaba a sudar y entraba en convulsiones”, revela. “No nos lo contaste nunca”, le dicen sus compañeros. “Así es como me sentía cada noche”, concluye. No lo decía para justificar, porque él siempre ha sido sincero sobre sus adicciones y su bajada a los infiernos. El más gracioso es el que más salió perjudicado con la fama.
La unión: Entre Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, David Schwimmer, Matthew Perry y Matt LeBlanc, los seis protagonistas, nacieron lazos muy fuertes, especialmente durante las dos primeras temporadas. Comían juntos todos los días de rodaje, incluso los fines de semana, y, en aquellos primeros años, veían juntos todos los capítulos.
El ‘corrillo’ y el accidente de Matt LeBlanc: Siempre, antes de empezar la grabación (en directo con público), los seis actores se juntaban en un ‘corrillo’ detrás de los decorados para darse ánimos. Solo dejaron de lado esta tradición en un capítulo, “El de cuando nadie está listo”, segundo de la tercera temporada, en el que Ross intenta que todos se vistan para poder irse a una cena de gala del museo. Joey competía con Chandler para quedarse el sillón, y la mala suerte quiso que Matt LeBlanc se hiciera daño en el hombro. Tuvieron que parar la grabación varios días y, al regresar, con el brazo en cabestrillo, los guionistas buscaron una excusa para incluir la lesión en la trama.
Courteney Cox y el guion escondido: Una de las divertidas anécdotas que comentan los protagonistas es que Courteney Cox, que daba vida a Mónica, escondía las páginas del guion en el decorado para no olvidar sus diálogos. Un día llegó incluso a escribir sus líneas en la mesa de la cocina, algo de lo que se percató LeBlanc, que, para gastarle una broma, lo borró.
Los ‘robos’: Cuando la serie terminó, en mayo de 2004, se desmontaron inmediatamente los decorados porque, al día siguiente, otra serie rodaba su piloto en el mismo estudio. La mayor parte se conservó (de hecho, se ha podido reconstruir para el reencuentro), pero algunos se llevaron a casa un recuerdo. Matt LeBlanc, por ejemplo, ‘robó’ la bola del futbolín y Lisa Kudrow (Phoebe), la caja de galletas que estaba encima de la nevera de Mónica.
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