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Sara Carbonero e Iker Casillas anunciaron el viernes por la noche su separación a través de un comunicado conjunto que decía así: "Nuestro amor de pareja toma caminos distintos, pero no lejanos puesto que continuaremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados, como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo". La periodista y el nuevo embajador del Real Madrid añadían que su prioridad sería, "desde el cariño y el compromiso, compartir el bienestar y la educación de nuestros hijos y protegerlos para que crezcan en un entorno estable y saludable". La ya expareja finalizaba el texto asegurando que estas iban a ser "las únicas palabras públicas" sobre su ruptura, y así ha sido. Ninguno de los dos se ha vuelto a pronunciar, al menos, de viva voz, porque Sara ha reaparecido con una camiseta que bien podría ser una declaración de intenciones.
Se trata de una prenda de Dolores Promesas, una de las firmas fetiche de la periodista, que adquirió un gran protagonismo el pasado 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer. "Donde quieras estar" puede leerse en la camiseta. Un mensaje de empoderamiento al que añade lo siguiente la marca: "Por nosotras, porque no hay límites, porque podemos ser y estar donde queramos".
Sara también 'habló' a través de sus joyas, ya que si hacemos 'zoom' en la imagen vemos que lleva el colgante coraje de su nueva colección Agatha Paris, que la marca vende así a través de su web: "Todas llevamos a una mujer valiente y con coraje dentro, ¿te atreves a gritárselo al mundo?".
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Días antes de confirmar su separación, Sara apareció ante sus seguidores con otro lema: "Libre de etiquetas". La camiseta en cuestión también se lanzó con motivo del Día Internacional de la Mujer y el objetivo de la marca (Etam) era “celebrar la diversidad y la expresión individual por encima de todo".
No es la primera vez que la periodista recurre a la moda o a ciertos complementos para lanzar mensajes. En 2019, cuando se encontraba luchando contra un cáncer de ovario, viralizó esta otra camiseta que decía: Girls can do anything, es decir, las chicas pueden hacer cualquier cosa. Un lema que también tatuó en sus sombreros y que Iker Casillas fotografió y compartió con todos sus seguidores, mostrando así su admiración por Sara en aquellos momentos tan complicados.
En junio de 2010, en pleno Mundial de Sudáfrica, la periodista también se convirtió en noticia por otro mensaje. En aquella época, la prensa internacional culpaba a Sara de las derrotas de la selección española y era tal la presión que sentía que un día apareció sobre el terreno de juego con un cuaderno en el que podía leerse: "Cállate la boca". Entonces se pensó que esas tres palabras iban dirigidas a todas aquellas personas que hablaban más de ella que de fútbol. Años después, en la entrevista que Iker concedió a Bertín Osborne, confesó que "habían sufrido" bastante en el campeonato, sobre todo, Sara. "Lo pasó mal con las críticas sobre que me distraía", dijo. "A veces la gente piensa que solo somos un personaje, pero detrás tenemos a mucha gente que sufre por nosotros: tíos, abuelas, amigos, vecinos…. La gente piensa que es gratuito meterse con uno o con otro, y todo el mundo tiene su corazoncito", añadió.
Sara Carbonero comienza una nueva etapa
Tras cinco años viviendo en Oporto, Sara Carbonero comienza una nueva etapa en Madrid, marcada por su separación de Iker Casillas y su regreso a Radio Marca. La periodista, de 37 años, afronta la vida con gran optimismo, como ya demostró durante su enfermedad, compartiendo reflexiones que podían ayudar a otras personas en su misma situación, y una vez superados sus problemas de salud. "Hay que normalizar las cosas, pasan a mucha más gente de lo que pensamos, pero pensamos que a ti no te toca", dijo en la presentación de su nueva sección radiofónica. "Hay que aprender a vivir sin miedo", aconsejó. Ahora se enfrenta a un nuevo cambio, su separación, pero lo hace con serenidad y centrada en lo que de verdad importa, el bienestar de sus dos hijos, Martín, de siete años, y Lucas, de cuatro.
El detalle de la última foto de Sara Carbonero que no ha pasado desapercibido
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