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Ha pasado ya un año desde que Bertín Osborne abrió las puertas de la Hacienda San José a Kiko Rivera para conocerle más, repasar las diferentes etapas de su vida y hablar también sobre el futuro. Ahora han cambiado las tornas y ha sido el hijo de Isabel Pantoja quien se ha convertido en el anfitrión y el cantante ha ocupado el puesto de entrevistado. Una charla (a distancia) que ha marcado el inicio del nuevo reto profesional del DJ, un programa llamado En casa con Kiko. En este espacio virtual en el que la gente puede participar enviando sus preguntas, el intérprete de temas como Quítate el top, Tuboescape o Chica loca ha tenido un talismán acompañándole: como telón de fondo, una foto tamaño XL en blanco y negro con Paquirri que no ha pasado desapercibida. Nada más verla, Bertín ha reconocido que le encanta esa imagen, un comentario que ha hecho que Kiko inmediatamente se interese por saber qué recuerdos tiene con su padre.
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Bertín ha retrocedido casi cuatro décadas en el tiempo para contarle a Kiko algunos detalles de la amistad que tenía con Paquirri, con el que ha reconocido que no había rivalidad a pesar de ser dos de los hombres más apuestos del momento. El cantante ha recordado que estuvieron alguna vez juntos en el campo y coincidió con el diestro poco antes de aquella corrida que truncó su destino. "Hicimos un viaje juntos en avión una semana antes, fuimos de Jerez a Madrid. Me estuvo diciendo que iba a dejarlo ya, que era su última temporada porque quería disfrutar de la familia", ha relatado. Además, el destino quiso que la tarde en la que el torero murió ambos estuviesen a escasos metros de distancia, puesto que Bertín actuó en Pozoblanco. Sin embargo, dice que se enteró de la noticia poco antes de llegar a la localidad cordobesa porque les paró la Guardia Civil y se lo dijo.
Con semblante serio al escuchar este relato, Kiko ha reconocido que muchas veces piensa en cómo sería su vida en estos momentos si Paquirri estuviese presente y que la respuesta que encuentra es tajante: "Hubiese sido muy diferente porque me han pasado tantas cosas de unos meses para acá... Si él viviera yo creo que no me hubiesen pasado". Sin hacer más referencias explícitas al conflicto que tiene con su madre desde el pasado año a cuenta de la herencia del diestro y que parece estar cada vez más lejos de solucionarse, ha dicho que cree que todos hubieran sido más felices con su padre, a quien define como un fenómeno.
El deseo de Kiko como padre
El hermano de Francisco y Cayetano Rivera, que ha cumplido esta semana 37 años, ha detallado en esta charla cuáles son sus próximas metas personales. En este sentido ha explicado que quiere educar bien a sus hijas para que afronten "este mundo tan complicado" y no niega sentirse invadido por miedos como verlas crecer, que sean buenas personas..."Ver crecer a un hijo es lo más maravilloso del mundo. Te quitan cosas, pero se recompensa con que digan papi te quiero", ha dicho Kiko, quien ha encontrado en Ana, Carlota y Francisco su principal motor para mirar el futuro con optimismo y esperanza a pesar de no estar atravesando una etapa fácil en el terreno personal. Precisamente para intentar dar a su familia la mejor versión de sí mismo ha apostado por mantener lejos del foco mediático el problema con Isabel Pantoja.
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