En Vitoria y con la infanta Cristina: así ha estrenado Iñaki Urdangarin su segundo permiso penitenciario

El cuñado del rey Felipe ha regresado a casa de su madre, donde pasará los próximos seis días, tal y como le ha permitido el juez de Vigilancia Penitenciaria

Por Lara Fernández

Hace poco más de una semana, el juez de Vigilancia Penitenciaria atendía la solicitud emitida desde la cárcel abulense de Brieva -en la que cumple condena Iñaki Urdangarin- y decidía conceder al marido de la infanta Cristina un permiso de seis días. Era la segunda vez, en un mes y medio, que gozaba de este beneficio legal que le iba a permitir poder reunirse con los suyos y disfrutar así de un período de asueto lejos de la prisión en la que permanece desde el 18 de junio de 2018.

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Este viernes, horas después de acudir al Hogar Don Orione de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, en el que presta su labor de voluntariado desde el pasado mes de septiembre, Iñaki Urdangarin abandonaba la cárcel ubicada en la provincia de Ávila y ponía rumbo a Vitoria, donde se dejaba en un coche con las lunas traseras tintadas y conducido por su mujer. En la parte trasera del vehículo se encontraba uno de los hijos del matrimonio, todo apunta a que se trataba de Miguel.

El gran cambio de Miguel, el más desconocido de los hijos de la infanta Cristina

Vestidos con ropa cómoda y con actitud muy relajada, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin llegaban a capital alavesa, la misma en la que la pareja pasó las navidades, coincidiendo con el primer permiso penitenciario que obtuvo el exjugador de balonmano. Como ha ocurrido este viernes, aquel 24 de diciembre también acudió horas antes a cumplir con su trabajo en el centro Don Orione -al que ahora acude tres veces por semana en lugar de dos- y, poco después, abandonaba la cárcel de Brieva dispuesto a disfrutar de cuatro días en compañía de los suyos.

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Previsiblemente, el exdeportista exprimirá estos seis días al máximo y volverá a dar largos paseos aprovechando la luz del sol, ir a misa, tomando el almuerzo en alguna que otra cafetería o salir de noche junto a su familia. Se encontrará, de nuevo, con sus hijos y con su madre, Claire Liebaert y todos juntos protagonizarán similares estampas a las que vimos en Navidad, en las que se mostraban muy cariñosos los unos con los otros y en un ambiente distendido mientras charlaban, reían, se abrazaban o caminaban de la mano.

De nuevo, el juez ha estimado que cumple los requisitos para poder obtener esta licencia penitenciaria: estar clasificado en segundo grado (el régimen ordinario), haber cumplido la cuarta parte de su condena -por delitos de prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude a la Administración y dos delitos fiscales, en su caso- y haber observado una buena conducta. Así, según establece el reglamento penitenciario, podría obtener más beneficios de este tipo "como preparación para la vida en libertad", permisos de salida de hasta siete días de duración con un máximo de 36 días por año".